Lionel Messi ya hizo historia en este estadio cuando en 2012 con un gol antológico le dio la victoria a la Selección Nacional ante Brasil por 4 a 3, este domingo intentará volver a hacerlo. Infobae recorrió las instalaciones en la previa del gran duelo.
El MetLife Stadium, ubicado en el suburbio Meadowlands en la ciudad de East Rutherford, será el escenario de la final de la Copa América Centenario, donde Argentina y Chile disputarán la revancha de 2015.
Sede de los Jets y los Giants, equipos de la NFL, es el segundo más grande de fútbol americano. Fue inaugurado en 2011, costó 1.600 millones de dólares y es el más caro de los Estados Unidos.
Tiene capacidad para 82.566 espectadores, 218 palcos de lujo y un estacionamiento con capacidad para 28 mil autos. Su fachada de aluminio permite que luzca de distintos colores, rojo, verde, negro, blanco, según el evento que se esté desarrollando en su interior.
Uno de los aspectos fundamentales del MetLife es la tecnología. Tiene un sistema de escaneo más rápido en los ingresos, lo que acelera considerablemente el flujo de gente.
En el interior cuenta con cuatro pantallas de Led HD gigantes, una en cada esquina, que permiten tener una buena visión desde cualquier sector del estadio.
Además, posee una cinta de 360º de pantalla de video que complementa a unos 2200 monitores y una red de WiFi libre, que proporciona conexión a todo los asistentes.
Además, fue reconocido por sus esfuerzos en sostenibilidad al ubicarse entre los 10 estadios que mejor eficiencia energética tienen en el mundo, con una trabajo constante para reducir los consumos y mejorar el tratamiento de residuos.
La cancha, cuenta con una capa inferior de pasto artificial con la tecnología FieldTurf. Entre los encuentros más importantes que se celebraron allí se registran la Copa de Oro de la Concacaf en 2011, el Superbowl XLVIII y el WrestleMania (campeonato de lucha libres) 29 en 2013.
Las autoridades del estadio exigen a los asistentes un pasaporte válido para autorizar la ingesta de alcohol y solo se puede ingresar con bolsos de un tamaño específico.