Argentina-Chile, la revancha: ¿Quién gana la Copa América?

Los finalistas de la edición 2015 volverán a definir el título. En la última los trasandinos ganaron por penales y se consagraron por primera vez en la historia. La Selección buscará que su tercera definición en casi dos años sea la vencida. Votá en la encuesta

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Alexis Sánchez y Nicolás Otamendi en la disputa de la final de la Copa América 2015. El domingo volverán a encontrarse en la final del certamen en su edición centenaria
Alexis Sánchez y Nicolás Otamendi en la disputa de la final de la Copa América 2015. El domingo volverán a encontrarse en la final del certamen en su edición centenaria

¿Chile ratifica o Argentina se toma revancha? Los finalistas de la Copa América 2015 volverán a encontrarse en la definición del torneo continental en su edición centenaria para hacer del último partido acaso el mejor, el más esperado, el cierre  que muchos querían volver a ver.

En 2015 Chile fue el mejor del torneo que organizó y tras empatar sin goles en el tiempo reglamentario y luego en el alargue, ganó 4-1 en la definición por penales y se consagró campeón de América por primera vez en su historia.

Argentina perdió aquella final como ya lo había hecho en la del Mundial Brasil 2014 ante Alemania y sumó otra frustración a su larga racha sin títulos, iniciada en 1993.

 

El domingo será otra historia. La final enfrentará a los equipos más goleadores del certamen centenario. Argentina llega con 18 tantos a favor y apenas 2 en contra. Chile convirtió 16 y recibió 5. Los trasandinos, en tanto, tienen al máximo artillero, el delantero Eduardo Vargas (6), pero la Albiceleste tiene al segundo, Lionel Messi (5).

El triunfo por 2-1 de los de Gerardo Martino en el debut de ambos en el certamen ya quedó muy lejos. Esa victoria le dio a la Argentina un impulso clave para llegar a la final del domingo en altísimo nivel y con un Messi hasta el momento imparable.

Para Chile la derrota fue un cimbronazo y hasta el técnico Juan Antonio Pizzi había quedado con un pie afuera de su cargo pero La Roja supo cambiar a tiempo y llega a la final en su máxima fortaleza. Las cartas están echadas, sólo queda jugar.

Para empezar a vivir la final
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