Lionel Messi volvió a brillar con la camiseta de la selección argentina. Lo hizo en Houston, en el duelo ante Estados Unidos por la semifinal de la Copa América Centenario y ante la atenta mirada de millones de personas que seguían el partido en la cancha y por televisión.
La "Pulga" marcó el segundo gol del equipo de Gerardo Martino luego de ejecutar un tiro libre preciso que se metió en el ángulo izquierdo del arquero Bradley Guzan. Con ese gol de extrema calidad, el jugador rosarino se convirtió en el goleador histórico de la Selección luego de pasar la marca que había logrado Gabriel Batistuta.
¿De dónde viene su capacidad para convertir tiros libres? ¿Quién le enseñó a Messi a patear tan bien de media distancia y con la pelota parada? Según el preparador físico Fernando Signorini fue Diego Maradona el responsable de que la "Pulga" pateara con tanta precisión los tiros libres.
En su libro Fútbol llamado a la rebelión. La deshumanización del deporte, el ex preparador físico de la selección argentina y estrecho colaborador de Maradona en los cuerpos técnicos que integró, contó cómo fue el momento en que Diego le enseñó a Messi a patear los tiros libres.
A continuación el fragmento del libro en el que detalla el momento en que Maradona le dio una lección al jugador del Barcelona:
En febrero de 2009, a poco tiempo de haber asumido Diego Maradona como técnico de la selección, fuimos a Francia a disputar un amistoso ante el seleccionado local, en Marsella. El día anterior al partido hicimos una práctica en el estadio, donde Diego trabajó con los once titulares en el táctico final y yo me quedé con el resto haciendo un 'loco' hasta terminar el entrenamiento.
Cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tevez y Messi le pidieron si podían quedarse haciendo tiros al arco, a lo que Maradona accedió.
En un momento, Lionel puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la mano derecha de Carrizo.
Hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el vestuario, le salí al cruce: 'Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería? Dejate de hinchar las bolas. Agarrá una pelota y volvé a intentar'.
Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que había escuchado todo, como siempre. Lo tomó del hombro y le dijo: 'Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta'. Era como un profesor con un alumno.
Y siguió; 'Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota porque si no ella no sabe lo que vos querés'. Entonces, la acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada de admiración de Messi.
Para los que hablan de los celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino.