"Hace años que lo conozco a José y nunca lo vi llorar y ponerse así". La frase, dicha con asombro por un asistente de José Luis Rebordinos, el reputado director del Festival de Cine de Mar del Plata, refleja lo que se vivió dentro del cine Príncipe el día jueves, cuando se exhibieron los cortos de Escuela de Educación Secundaria 37 de la ciudad de Mar del Plata y la emoción sobrecogió a todos, alumnos, autoridades (del colegio y el certamen) y también público, convirtiéndose en uno de los momentos más sentidos del festival.
La presentación de tres cortometrajes, producto de un proyecto de cooperación entre el Festival de San Sebastián y el INCAA, e impulsado por la Dirección de Cooperación al Desarrollo de la Diputación Foral de la provincia española de Guizpozkoa, reunió a un variado grupo: un puñado de los casi cien alumnos que filmaron los proyectos y también la directora de la humilde escuela bonaerense, recién aterrizados a la capital donostiarra y visiblemente felices y nerviosos; la realizadora española Ione Hernández, quien había estado hace un mes junto a ellos en Mar del Plata dirigiendo el proceso de planificación y realización de los trabajos audiovisuales, así como autoridades del festival, el INCAA y miembros de la Diputación guipuzcoana.
"¿Saben? Hace poco estuve con Ricardo Darín, a quien por cierto le hablé de este proyecto y le encantó, y ayer cené con Monica Belluci, una actriz increíble y una mujer bellísima, pero si dirigir este festival tiene sentido, es por momentos como este y gente como vosotros", les dijo a los estudiantes, sentados en sus butacas esperando ver sus cortos en pantalla grande, el director del Festival de San Sebastián, encargado de donar los equipos para rodar los cortometrajes, que también serán exhibidos en el próximo Festival de Cine de Mar del Plata en noviembre.
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La realizadora Ione Hernández contó que las historias de los cortos habían nacido de temas que los alumnos querían tratar (bullying, consumo de marihuana y hasta los riesgos de los encuentros por internet), y que luego fueron desarrolladas como escenas, dándoles un tratamiento y lenguaje cinematográfico.
“Fue un gran desafío porque había que rodar un corto por día, el corto tenia que empezar y terminar esa jornada, y quedé sorprendida que alumnos que no tenían experiencia en rodajes hicieron las cosas maravillosamente”, contó la realizadora, quien destacó que uno de los momentos más divertidos de la experiencia fue la asignación de los roles para los alumnos.
“La formación de equipos, quién hacia qué, porque no tenían idea de qué hace un ayudante de dirección, qué hace un auxiliar de cámara, fue interesante, porque se trata de colaborar pero cada uno aportando desde un saber específico, y pudieron hacerlo perfectamente”, explicó Hernández, quien sostenía un ramo de flores que los chicos de la escuela le habían regalado.
Y agregó: “Soy profesora de una escuela de cine y ya le gustaría a mis alumnos hacer cortos como estos en solo tres dias… pero de todas formas el resultado de los cortos es lo menos importante, lo más bonito ha sido todo lo que ha movilizado y lo que puede seguir movilizando, porque esto es solo el comienzo, ya que seguiremos trabajando con ellos y guiándolos”.
Pero el momento más emocionante fue protagonizado por una de las adolescentes marplatenses presentes en la sala, Camila, quien habló brevemente antes de la presentación de los cortos y, entre sollozos, agradeció a Ione y las autoridades del INCAA y San Sebastián, pero también a sus profesores, diciendo tal vez las palabras más sencillas y sentidas del día: “Gracias por cuidarnos”.
Por Rodrigo Duarte – Enviado especial a San Sebastián
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