San Sebastián – "El cine invade la ciudad" podrá ser el apropiadamente cinéfilo lema de este año del Festival de Cine de San Sebastián, pero entre los asistentes al certamen, que este año festeja su 65ª edición, la discusión política es demasiado estridente como para ignorarla.
"Europa ya no es Europa. Si no acogemos a la gente venga donde de venga, ya no somos humanos. No somos nada", fue la frase más resonante de la gala de Apertura del Zinemaldia en la noche de ayer, lanzada por el cineasta finlandés Aki Kaurismaki, quien recibió en Gran Premio Fipresci de la crítica internacional por "El otro lado de la esperanza", su última película -que precisamente aborda el tema de los refugiados- y de reciente estreno en la cartelera porteña.
Minutos después, en la conferencia de prensa brindada por el cineasta, sus opiniones sobre la actualidad tuvieron más minutos que aquellas dedicadas a su cine. "La Unión Europea es un proyecto de cohesión falso pues está estructurado sobre criterios puramente económicos y ya se sabe que donde manda el dinero no hay amor posible. Europa, como proyecto, no ha existido nunca y no pasa por nada por asumirlo. De hecho a veces pienso que Europa tiene más voz de la que merece".
Replicando las palabras del finlandés y a tono con la discusión cultural en otras latitudes, el tema de la reprentación en pantalla también estuvo presente en la gala de apertura, donde se abogó por la inclusión de más directoras de cine mujeres (la realizadora Carla Simón, cuya ópera prima "Verano 1993" es la elegida este año para representar a España en los Oscar, fue quien transmitió ese mensaje), y también fue destacada la presencia de numerosas cintas de origen latinoamericano y talentos emergentes.
Pero la política no estuvo limitada al escenario del imponente auditorio del Centro Kursaal y las consignas proferidas por los artistas. Afuera, el público que se había congregado para ver la llegada de los artistas hablaba menos de películas y prefería comentar los sucesos que tienen en vilo a España desde hace varios días: el proceso separatista de Cataluña y el megaoperativo realizado por el gobierno de Rajoy para impedir el referendum del 1 de octubre, que solo ha desatado la furia de los partidarios soberanistas.
Como si esto fuera poco, la película elegida para abrir el festival el día de ayer fue "Inmersión", el último trabajo del cineasta alemán Wim Wenders (quien caminó la alfombra roja donostiarra junto a la actriz principal, Alicia Vikander, más consultada por su próximo papel de Lara Croft que por este proyecto por la prensa) sobre un romance frustrado por el terrorismo yihadista.
Presencia argentina y expectativa por Darín
Como ya se ha hecho costumbre en el último tiempo, será numerosa la delegación argentina en el Festival de Sebastián, con dos películas en competencia ("Alanis", de Anahí Berneri" y con Sofía Gala como prostituta, y "Una especie de familia", de Diego Lerman), así como varias producciones nacionales y co-producciones en secciones paralelas y la presencia de la actriz Dolores Fonzi en el Jurado Oficial y el actor Ricardo Darín quien recibirá el premio Donostia por su trayectoria, además de varios eventos organizados por el INCAA.
La expectativa por la llegada del actor, inmensamente popular en España, es tan alta que el martes, día en el que se le otorgará la distinción (acompañada por la proyección de su última película, "La cordillera", también con Dolores Fonzi) se lo ha denominado en la prensa el "Día D".