Nació bajo el nombre de Leonor Fanny Borges en Buenos Aires en 1901 pero su hermano, dos años mayor, se le cambió. Jorge Luis Borges le puso Norah y así fue para siempre. "Se que a mi lado hay una gran artista, que ve espontáneamente lo angelical del mundo que nos rodea", dijo mucho tiempo después, en Milán en 1977. Tenían una relación entrañable.
¿Quién fue, entonces, Norah? Una delicada artista visual: pintaba en colores claros, formaba figuras elementales donde sus personajes tenían siempre una expresión neutra, más parecida a la tristeza, o mejor: una existencia nostálgica y conmovida. Las técnicas fueron variando con el tiempo, desde el óleo, la acuarela, las témperas y el acrílico hasta el grabado, la xilografía y el tapiz. Una artista completa que, además de cuadros, realizó portadas e ilustraciones para libros. No sólo a su hermano, también a Silvina y Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Norah Lange y Julio Cortázar, entre otros.
Su historia de vida es intensa. Luego de una infancia que podría catalogarse como feliz, a la temprana edad de los 13 años partió con su familia a Suiza. Allí la esperaba un monstruo: la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en ese viaje tomó contacto con las vanguardias estéticas, principalmente el movimiento expresionista. Tuvo como maestros a Maurice Sarkisoff, Ernest Kirchner y Arnaldo Bossi, los cuales le dotaron de técnica y sensibilidad.
Para 1919 se encontraba en Mallorca, España, donde pintó a mujeres campesinas portando cántaros de agua: eran sus ángeles. Luego, en Sevilla la historia se aceleraría porque conoció al gran amor de su vida, el escritor y crítico español Guillermo de Torre, el cual la llevaría a hundir aún más sus pies en el océano del arte. Conoció a Picasso, a Miró, a Unamuno y a García Lorca, al cual le diseñó la escenografía de una de sus obras teatrales.
Siete años estuvo en Europa. Luego, al volver a Buenos Aires se involucró en el Grupo de Florida, aportando su arte e intelecto. En esa época pintó mucho, ilustró los libros de los escritores más vanguardistas, expuso en diferentes salas. FUe madre de dos hijos, fruto de su matrimonio con De Torre, con quien se casó por esos años porteños. Militó como feminista, también como anti-fascista, estuvo presa dos años junto a su madre por anti-peromnista. Una vida realmente intensa.
"La pintura ha sido inventada para dar alegría al pintor y al espectador. Me gusta que en mis cuadros todo esté quieto y en silencio", declaró alguna vez con gran humildad, una de sus características más notables, según dicen todos los que la conocieron. Murió el 20 de julio de 1998 a los 97 años. Dejó una obra más que interesante que aún no fue del todo descubierta por la crítica y la cultura más popular. La muestra homenaje en el espacio de arte de Carlos María Pinasco donde están expuestos 13 de sus cuadros es una gran oportunidad para conocerla.
* Norah Borges: homenaje
Espacio de arte de Carlos María Pinasco
Av. Quintana 125 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
De lunes a viernes de 12 a 20 horas
Cierre: 30 de septiembre
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