Siempre es inquietante entrar al Centro Cultural Kirchner sobre la calle Sarmiento, en medio de avenidas y gente que vuelven al edificio una mole firme entre tanto movimiento. Es recién en el piso sexto donde la muestra Formas de violencia hace de cualquier recorrido cultural uno hecho de profunda reflexión. Porque no se puede apreciar la violencia en una muestra de la misma manera que uno lo hace cotidianamente viendo el noticiero, los portales informativos o una película de acción. Esta vez —y frente a un universo amplio de técnicas, formas, objetos y significaciones— el espectador tiene que frenar el paso, "bajar un cambio", respirar y reflexionar.
¿Qué significa la violencia en una sociedad como la nuestra? ¿Podemos imaginar un mundo sin violencia tanto física como simbólica o eso requería de una capacidad de abstracción que rozaría la utopía más absurda? ¿La violencia forma parte de nosotros o se trata de un ente ajeno y exterior? ¿Sus diferentes formas —por momentos evidentes, otras veces extremadamente sofisticados y casi imperceptibles— son siempre distinguibles? Todas estas preguntas aparecen inevitablemente al recorrer las cinco salas que forman esta imponente muestra.
La Sala 603 está curada por Patricia Rizzo, se llama El puñal invisible y aborda, desde el lenguaje contemporáneo, la naturalización de la violencia con interesantes metáforas. La carne de los héroes es el nombre de la Sala 605 que, con la curaduría de Ana Martínez Quijano, reflexiona desde recortes temporales y conceptuales: la Conquista de España en América y los debates posteriores sobre el binomio civilización-barbarie, por ejemplo. La tercera es, justamente, La tercera mejilla. Violencia en el siglo XXI que está en la Sala 607 —el curador es Lux Lindner— y pone sobre la mesa la agresividad más actual desde un diseño extremadamente moderno. Por último, están las Instalaciones de sitio específico (Salas 604 y 606): por un lado Juan Sorrentino presenta Derrumbe (un muro y vibración sonora dan la sensación de estar dentro de un edificio en plena implosión), y, por otro, Narcisa Hirsch y Jorge Caterbetti montaron una cabina de paredes vidriadas para que los asistentes ingresen y griten desesperadamente.
A continuación, un breve resumen de todo esto, una suerte de selección arbitraria y acotada de una muestra densa, extensa y multiforme. ¿Qué es la violencia luego de ingresar en todas estas salas y someterse a las experiencias que todas sus obras proponen? Algo duro, triste y agresivo, y sobre lo que necesitamos, entre todos, reflexionar.
*Formas de violencia
Miércoles a domingos y feriados, de 13 a 20h – CCK, Sarmiento 151, 6to piso. Hasta el 20 de septiembre.
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