Un reportero gráfico o, como mejor se lo conoce, un fotoperiodista, tiene que estar en la zona del conflicto. No en el centro, donde ocurren las agitaciones políticas que, si la coyuntura se intensifica, puede devenir en revolución o masacre. Pero tiene que estar ahí, en el borde, en el margen, pero del lado de adentro, poniendo su ojo, su lente, su cámara, para capturar todo, para mostrar lo que el resto de las personas, desde afuera, tan ajenos, nunca pueden ver. Rodrigo Abd es de esos fotógrafos que siempre sorprenden. La habilidad para transmitir con una foto toda una serie de emociones es imponente.
Lo dejan en claro dos muestras que, por estos días, se están presentando en Buenos Aires. Por un lado, la cobertura del genocidio guatemalteco en la fotogalería del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. La muestra se llama Palimpsestos y consiste en una serie de fotografías panorámicas hechas en Guatemala entre 2009 y 2011. Todas las imágenes —realizadas con cámara analógica— se superponen y muestran varias realidades en simultáneo. El domingo 27 a las 17 horas se realizará una charla abierta con él, donde contará cómo fue llevar adelante este trabajo y que significa, seis años después, ver su propia creación.
Por otro lado, en la sala 2 del FoLa (Fototeca latinoamericana) está la muestra La cámara afgana. Lo expuesto allí son imágenes tomadas en el año 2006 cuando Rodrigo Abd fue enviado a Kabul para cubrir la guerra de Afganistán. Todo está capturado con la cámara instantánea o cámara minutera —una tecnología tradicional que hasta el momento él desconocía—: retratos de jornaleros afganos. Esto derivó en una búsqueda en el retratismo entonces tomó fotos de reinas mayas, payasos de calle, cortadores de caña de azúcar, pescadores artesanales, pandilleros juveniles, parteras rurales, familiares de desaparecidos, todos entre Guatemala, México y Perú, lugar donde hoy reside.
Pero, ¿quién es Rodrigo Abd? Nació en Buenos Aires el 27 de octubre de 1976, meses después de que comience la dictadura más sangrienta de nuestro país. Trabajó para diarios argentinos entre 1999 y 2003 hasta que comenzó a viajar. Fue corresponsal en Guatemala, en Bolivia, en Haití, en Venezuela, en las ciudades afganas de Kabul y Kandahar. También en Libia y en Siria. En 2013 recibió el Pulitzer —en la categoría Breaking News Photograph— por la cobertura de la la guerra civil siria que realizó junto a los fotógrafos Manu Brabo, Narciso Contreras, Khalil Hamra y Muhammed Muheisen.
Para Abd, la fotografía es un canal de encuentro, una herramienta de transgresión que, saltando distancias y tiempos, logra acercar realidades que jamás podrían emparentarse. Su función social es evidente, y su belleza estética no deja dudas de su talento. Ambas muestras, son una gran imitación para conocer al Pulitzer argentino que aún, y por suerte, le quedan muchísimas fotos por sacar.
* Las dos muestras de Rodrigo Abd:
– La cámara afgana
Del 23 de agosto al 24 de septiembre
FoLa (Fototeca latinoamericana)
– Palimpsestos
Del sábado 26 de agosto (inaugura a las 17 horas) hasta el 8 de octubre
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti
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