La creciente franja de literatura para niños y jóvenes, que continúa pujante apela en estos días muchas veces a apuestas riesgosas que redundan, finalmente, en objetos maravillosos. Entre los libros seleccionados hay autores clásicos, silents books, libros para niños muy pequeños, premiados y poesía: básicamente una muestra de lo que se puede regalar a todos los niños el próximo domingo 20.
Para los más chicos
*Palo, palito, eh, de Ivanke y Mey, colección Los duraznos (pequeño editor, 2017), es una canción, un homenaje y un amor. Esta pareja inquieta, talentosa y solidaria reinterpreta la canción infantil clásica y la hace cuento para los más pequeños. ¿El resultado? Una preciosura visual y musical para tener en la mesa de luz.
*Mariposa con hipo, escrito por Ana María Shua e ilustrado por Luciana Feito, colección Buenas noches (Norma, 2017) habla del miedo y de la amistad, del desconocimiento y de las gratas sorpresas, mientras narra las correrías de un pájaro y una mariposa con hipo. Precioso para leer antes de ir a la cama y atraer los lindos sueños.
*Amistad, de Gaga Bilinkis y Gabi Rubí (Jajejijojü, 2016) es un himno de remembranzas. La abuela Margarita empieza recibir sobres misteriosos con contenido que no le es ajeno en lo absoluto, y mientras esto sucede, entre ella y el cartero pájaro se fortalece su amistad.
*Saltando por el bosque, escrito por Adela Basch e ilustrado por Cecilia Varela, colección Ala Delta (Roja) (Edelvives, 2017). ¿Qué pasa cuando solo (re)conocemos lo que nos rodea? ¿Qué sucede cuando saltando por un bosque los conejos se topan con las mariposas? Una sorpresa siempre puede devenir en algo muy agradable.
*Tanta felicidad, escrito por Norberto Gugliotella e ilustrado por Daniela López Casenave, colección Puentes de papel (Corregidor, 2017) es una historia para y sobre hermanos, para quienes tienen, no tienen y quieren, para los que están por venir y para quienes los ansían. Además, claro está, es un cuento sobre la felicidad. Pero ¿no es lo mismo?
*El nene y el piojo, de Guillermo Saccomano e ilustrado por María Wernicke (Planeta Lector, 2017), es una obra maestra: estéticamente es bello, minimalista, reparador, un páramo. Desde el punto de vista literario es sólido, profundo al extremo, con economía de palabras se logra el efecto contrario: es un libro que brilla. Dice mucho más que lo escrito en sus páginas, y las ilustraciones enamoran.
Libros especiales
Existen dentro de los libros de tapa dura, de los álbumes ilustrados, algunos que, por sus características de formato, temática o autoría, son imposibles de catalogar o etiquetar, pero son los que seguro no pasan desapercibidos.
*Los tres manzanos, de Gerhard Oberländer, traducido por Rafael Spregelburd (Niño, 2017), es, casi por definición, bellísimo. Una sencilla historia que involucra tres manzanos y un gato puede convertirse en fiesta, en sueño. Las ilustraciones transportan a mundos dulces, de antaño. Y lo son y sin embargo no han perdido vigencia, ya que este libro fue editado –en Alemania–, por primera vez, en 1958.
*Quetren quetren, de Pablo y Franco Bernasconi (La brujita de papel, 2017). Padre e hijo se suben a un tren para hacer un viaje juntos colmados de imágenes, visuales y de las otras, de sensaciones y momentos tan personales como universales. Es un interesante libro acordeón que invita a ser recorrido, observado, leído y releído. ¿El plus? El tierno hecho de que Pablo haya sumado a su hijo a uno de sus, siempre extraordinarios, proyectos.
*Vacío, de Catarina Sobral (Adriana Hidalgo, sello pípala, 2017), tal vez sea el libro "menos" para niños de todos. Un silent book lo suficientemente potente para poder ser leído como si estuviera cargado de palabras. Genera preguntas a la vez que requiere de una disposición para su lectura. La sugerencia es tomarse un rato para ello.
*El animalario vertical, de Miguel Murugarren e ilustrado por Javier Sáez Castán, colección Los especiales de A la orilla del viento (Fondo de Cultura Económica, 2016). Sin lugar a dudas es, de todos los sugeridos, el más extraño de todos. Vuelve el profesor Revillod haciendo gala de su investigación científica de los años 1920, y con eso nos encontramos, por un lado, con una delirante (y ficticia) faena academicista y, por otro, con un objeto de una edición tan cuidada que lo hace digno de tener en exhibición.
Uno de poesía
*Te quiero, cuánto te quiero, de Olga Drennen e ilustrado por Federico Combi, colección Estrofalario (Quipu, 2017) es un poemario que homenajea y celebra el amor. La poesía, género ligado a la infancia, permite disfrutar en familia de juegos literarios.
Volver a la infancia: Los cuentos de Chiribitil
*Los cuentos de Chiribitil, colección emblemática del CEAL (Centro Editor de América Latina), y que estaba bajo la cuidada edición de Graciela Montes y Delia Pigretti, ha sido reeditada gran parte –26 títulos– por Eudeba desde 2014. En una segunda instancia, a partir de 2016, respetando el espíritu de la serie (diseño, formato y tipografía), se lanza Los Nuevos Cuentos de Chiribitil, con la misma idea. Entre los autores que participan de esta nueva etapa se encuentran Laura Devetach, Adela Basch, Silvia Schujer, Oche Califa, Iris Rivera, Angeles Durini, Valeria Dávila, Marina Elberger, Myriam Boclin y Graciela Repún. Por su parte los ilustradores son: Lucas Nine, Eulogia Merle, Pipi Espósito, O'Kif, Tabaré, Nerina Canzi, Ignacio Noé, Eugenia Nobatti, Dante Ginevra y Malena Cascioli.
Para quienes quieran recuperar una parte de la infancia, la editorial universitaria de Buenos Aires, ha preparado una oferta imperdible de 3 x 2 para esta colección, además de las series Querés saber y Ciencia joven, y un 10% de descuento para los libros de Huellas en la Tierra y el álbum La pluma. Esta oferta puede conseguirse solo en las librerías de Eudeba.
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