Definir al peronismo nunca es una tarea sencilla. A veces, es mejor que el peronismo hable por sí mismo. Escucharlo, observarlo. En medio de su dinamismo, las imágenes lo capturan: ahí está su definición. Raquel Quintana y Raúl Manrupe tuvieron la inteligencia de atraparlo casi al vuelo. Tras la exposición de los afiches en el marco de un congreso del movimiento obrero en la CGT, surgió la idea de hacer un libro. Se trata de Afiches del peronismo, donde ambos investigadores recolectaron estas obras de arte producidas entre 1945 y 1955. ¿Qué posee este libro gráfico que lo vuelve tan interesante? En principio, y más allá de la potencia estética, hay un idea conceptual que, en aquella época, brillaba por sí sola. La de construir la nueva Argentina.
"Es un país del que ya estamos muy alejados", le comienza diciendo Quintana a Infobae al referirse a esos años de adquisición de derechos y movilidad social. Y continúa: "La calidad estética era una maravilla, y el efecto comunicacional, intenso. Había una sinergia que los potenciaba. Ha tomado cosas de distintas estéticas de los distintos partidos del mundo. Lo que quisimos hacer nosotros fue que se priorizara la imagen y que todo el mundo tuviera acceso".
"Más allá del partido, se retrata el trabajo en los distintos estamentos: urbano, el rural, la figura de la familia, las fechas conmemorativas, en especial el 1° de mayo y el 17 de octubre. Además, lo que es notable de destacar es que en el 45 el peronismo no contaba con ningún aparato. Estos afiches comienzan en el 46. En el 45 eran pintadas y algunos afiches gráficos sin ilustraciones que prácticamente eran textos. En la Unión Democrática sí tenían un gran despliegue. Recién en el 46 empiezan a trabajar con los afiches. En esa época todo pasaba por la radio y los afiches, porque la televisión aparece recién en el 52, pero no masivamente. Hay que pensar que cualquier convocatoria se expresaba en las calles; el rol social del afiche es muy importante", explica Quintana, dibujando un poco el contexto.
Pero, como escriben los autores en el libro, "una cosa son los líderes y otra la imagen de los líderes", es necesario marcar distancia entre el imaginario estético y político de los afiches y la realidad propiamente dicha. Es decir, Afiches del peronismo no tiene como objetivo mostrar cabalmente una época, sino dar cuenta de la significaciones que el peronismo construía de sí mismo. De este modo, los conceptos se ven claros, separados en categorías: por un lado, la figura de los líderes (Perón y Evita); por otro la idea de construir La Nueva Argentina; también las celebraciones (fechas patrias y homenajes); y por último, la acción social con la que tanto se caracterizó a Eva Duarte de Perón.
"Fue muy difícil conseguir el material. Ya sabemos todos lo que pasó con la llegada de la (Revolución) Libertadora y el decreto de Aramburu del 5 de marzo del 56, donde prohíbe todo tipo de expresión peronista. Mandan a destruir afiches y todo material gráfico. Hay un artículo de la época donde se dice que destruyeron más de 80 mil kilos de papel en afiches", dice y agrega: "Algo muy significativo es cómo evoluciona el afiche. La gente lo convierte en estandarte, le ponen un palo detrás, cartón, y lo hacen cartel. De esta forma se escapa de la pared y empieza a tomar un carácter popular y espontáneo. Por ejemplo, con la muerte de Evita".
Para Quintana, estos afiches reflejan "una sociedad que estaba subsumida y empieza a emerger, empieza a tener derecho, se completan con Perón. La constitución nacional, los derechos de la ancianidad, los derechos del niño, las vacaciones, lo que fue Chapadmalal, Embalse, Mar del Plata. Fue una gran revolución, fue muy fuerte." Pero, ¿cómo interactúan estas imágenes cargadas de sentido con nuestro presente? ¿Qué vienen a mostrarnos estas ilustraciones poderosas, realizadas por Héctor Alfonsín, Aristo Téllez, Juan Lamela y Juan Roberto Mezzadra, entre tantos otros?
"Hoy hay una sociedad muy desprotegida lamentablemente y día a día va creciendo esa desprotección. Esta pintura que muestran los afiches es la pintura de una época de armonía y bienestar. No sé si puede ser un disparador, pero te da mucha tranquilidad ver la construcción y el mensaje. Porque el mensaje está muy claro y también adónde se quería llegar. Las personas que no sabían leer podían entenderlos perfectamente y sacar, por ejemplo, su documento nacional de identidad", concluye la autora.
El libro -editado por EDUNTREF, la editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero- se agotó casi instantáneamente. Representa, no sólo un objeto preciado para los militantes justicialistas o los peronistas que aún valoran ese tiempo que consideran de gloria, sino también "un relato visual de la década peronista", como se indica en la contratapa.
* Afiches del peronismo (1945-1955)
Raquel Quintana y Raúl Manrupe
EDUNTREF, 2016
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