El misterioso historiador que quiere reconstruir una emblemática biblioteca destruida por el ISIS

Sin revelar su identidad y a través de su blog “Mosul Eye”, un investigador iraquí recibe libros de todo el mundo para volver a darle a su ciudad el brillo que perdió tras años de ocupación y ataques aéreos. Ya consiguió cerca de 10 mil ejemplares de todo el mundo.

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"Voltaire dijo alguna vez 'leamos y bailemos, estas dos diversiones nunca le harán daño al mundo'. Así es como vamos a poder construir el futuro de Mosul". Con esas palabras definió su misión un historiador y bloguero iraquí, quien desde el anonimato se propuso reconstruir una preciada biblioteca universitaria de la ciudad de Mosul, que fue destruida por miembros del grupo terrorista ISIS. Hasta hace pocas semanas, la ciudad, arrasada desde hace años entre ataques aéreos y todo tipo de atrocidades, estuvo tomada por los extremistas, quienes destruyeron con especial saña reliquias arquitectónicas, además de incendiar libros conservados por siglos, en un lugar que supo ser admirado por su vibrante vida académica y su diversidad religiosa.

La destrucción de la biblioteca fue total.
La destrucción de la biblioteca fue total.

El misterioso historiador –oculto detrás del nombre Mosul Eye (Ojo de Mosul), como también se llama su blog– revela en las contadas entrevistas que brindó que no llega a los 40 años, que estudió en la Universidad de Mosul, que trabajaba allí como docente y que se pasaba horas leyendo en la biblioteca central de esa casa de estudios fundada en 1967. El lugar, que supo albergar a cerca de 40 mil estudiantes en tiempos de paz, llegó a conservar decenas de miles de ejemplares en distintos idiomas, documentos, mapas y manuscritos que se perdieron para siempre durante los años de la ocupación que comenzó en 2014. (Ver llamado de Mosul Eye, en inglés)

Voluntarios clasifican los pocos ejemplares que pudieron rescatarse de la destrucción y el fuego
Voluntarios clasifican los pocos ejemplares que pudieron rescatarse de la destrucción y el fuego

"Cuando estudiaba en la universidad, pasaba la mayor parte del tiempo en la biblioteca. Incluso si no me gustaba alguna clase de mis profesores, iba con frecuencia a hacer mis investigaciones y a estudiar con libros de ahí por mi cuenta", aseguró el historiador en una entrevista reciente con el sitio Buzzfeed.

Diferentes artistas contribuyen para recaudar fondos para la biblioteca
Diferentes artistas contribuyen para recaudar fondos para la biblioteca

Desde que el ISIS llegó a su ciudad, el misterioso hombre detrás de Mosul Eye se puso a reportar desde su blog lo que ocurría, hasta que se vio obligado a partir en 2016. Fue entonces que decidió hacer un pedido a la comunidad internacional para que se pudiera reconstruir aquel lugar de lectura que tanto amaba. Las donaciones no tardaron en llegar, desde otros lugares de Irak y desde varios países del mundo, con iniciativas solidarias que tuvieron lugar en Australia, Estados Unidos y Francia, entre otros. Además, los propios estudiantes de la Universidad de Mosul organizaron un festival solidario en las ruinas del edificio y en Bagdad se realizaron actividades culturales a las que se podía acceder pagando con un libro. Muchos de ellos fueron conservados en localidades cercanas a Mosul o en espacios de la ciudad considerados "seguros".

Así era antes de la llegada de ISIS la biblioteca de la universidad de Mosul.
Así era antes de la llegada de ISIS la biblioteca de la universidad de Mosul.

Además de los 2 mil ejemplares que se pudieron rescatar de la colección original de la biblioteca con ayuda de voluntarios, el historiador asegura que ya recibió más de 10 mil tomos en donaciones. Su objetivo es llegar a los 200 mil y volver a abrir el lugar a comienzos de 2018. La Nobel de la Paz Malala Yousafzai también está en contacto con Mosul Eye. "Mosul es un lugar que necesita ayuda. Necesitamos libros científicos, de medicina, ejemplares relacionados con ciencias humanísticas, de distintas culturas, de linguística. Es necesario, además, modernizar la ciudad", reflexionó el investigador.

Lamentablemente, no es una novedad que los libros también se cuenten entre las víctimas de la barbarie. Desde la mítica Biblioteca de Alejandría en la Antigüedad, que llegó a tener más de 900 mil manuscritos y se consideró la más grande de su época, hasta las icónicas imágenes de un pequeño grupo de lectores buscando libros entre las ruinas de la biblioteca londinense de la Holland House durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, los libros parecen ser, en muchos casos, un objetivo preciado.

Imagen de la destrucción de la biblioteca universitaria de Bosnia, en Sarajevo, 1992
Imagen de la destrucción de la biblioteca universitaria de Bosnia, en Sarajevo, 1992

Entre los episodios más recordados recientemente está la destrucción de la emblemática Biblioteca Nacional y Universitaria de Bosnia, en Sarajevo, que fue arrasada durante la guerra en ese país, en 1992. Además de la destrucción total del edificio, que era uno de los símbolos del lugar por su gran valor arquitectónico y porque allí funcionó la sede de gobierno local, en pocas horas fueron quemados cientos de miles de libros por un incendio causado por los disparos de artillería del ejército serbobosnio, que mantuvo el asedio a Sarajevo durante los más de tres años que duró el conflicto armado.

Universidad de Bosnia.
Universidad de Bosnia.

En la Argentina, el caso más emblemático es el de la biblioteca que funcionaba en la AMIA hasta el atentado terrorista del 18 de julio de 1994. La explosión, que se llevó la vida de 85 personas, ocasionó serios daños a las colecciones de la biblioteca y el archivo de la Fundación IWO (el Instituto Judío de Investigación) que se encontraban dentro del edificio de la calle Pasteur. Con el paso de los años y la ayuda de voluntarios y expertos, se pudieron recuperar más de 40.000 libros, documentos, fotografías, manuscritos y obras de arte, entre otros, que pudieron ser nuevamente catalogados y puestos a disposición del público.

Una "nueva" Mosul

El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, declaró el domingo 9 de julio que Mosul fue "liberada" de la ocupación del Estado Islámico, tras una cruenta batalla que duró meses. La ciudad, ubicada a 400 kilómetros de la capital del país, Bagdad, supo ser un centro destacado por su cosmopolitismo, además de la pujante vida académica e intelectual de sus ciudadanos y la buena reputación de sus centros de estudio.

En febrero de 2015, el Museo de Mosul fue atacado por el Estado Islámico y se destruyeron obras de arte milenarias. "Estos actos marcarían una etapa suplementaria en la limpieza cultural que se está perpetrando en las regiones iraquíes controladas por grupos extremistas armados y se añaden a la destrucción sistemática del patrimonio y a la persecución de las minorías que tratan de aniquilar la diversidad cultural, alma del pueblo iraquí", declaró entonces la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.

Las cenizas de la biblioteca universitaria de Mosul
Las cenizas de la biblioteca universitaria de Mosul

Según los expertos, los iraquíes se destacan en el Medio Oriente por su gran interés por los libros. "Egipto escribe, Líbano imprime e Irak lee", asegura un célebre dicho lugareño. El hombre detrás de Mosul Eye parece coincidir. En una entrevista que le dio al diario británico The Independent en marzo, aseguró: "Para luchar contra la intolerancia, el racismo, el antisemitismo, el extremismo y el radicalismo nuestra sociedad debe leer, leer y leer". Consultado sobre sus sueños para el futuro de la ciudad, el historiador dijo que además de la reconstrucción total de la preciada biblioteca perdida, espera que Mosul recupere el esplendor del pasado y se pueda también desarrollar una sala lírica con una escuela de música y de distintas expresiones artísticas. Leer, bailar; la vieja premisa de Voltaire.

*Para conocer más sobre la iniciativa, se puede visitar el blog Mosul Eye: https://mosuleye.wordpress.com/ En Twitter: @MosulEye

 

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