La relación entre arte y dinero siempre fue tensa. Sin embargo, muchas veces la cuestión se subvierte y se vuelve hiperreal, como la escultura de Damien Hirst titulada Por el amor de Dios: un molde de platino de una calavera humana incrustada con 8.601 diamantes sin defectos. ¿Se necesita del dinero para hacer arte? Desde luego, y si no es plata tangible, es tiempo, que de alguna manera es lo mismo. ¿Por qué aún cuesta ver que la práctica de un artista es tan necesaria o más como la de cualquier otro trabajador?
"Es tan difícil entender el valor de la creación, entender la importancia de gente que esté usando su imaginación para mejorar la cultura argentina. Los artistas están destinados a tener una vida bastante formal. ¿Cómo algo que es tan central para nuestro país no tenga una institución que los apoye?", le dice a Infobae Carolina Biquard, presidente del Fondo Nacional de las Artes, el gran organismo que ayuda y financia a los artistas. Lo hace desde su fundación, en 1958. ¿Cómo? "Los artistas de ayer son los que están financiando los artistas de hoy", dice sobre la forma en que el dinero circula: las obras de autores que cumplen 70 años de su muerte entran en dominio público, entonces cada vez que una editorial publica algo que data de ese tiempo paga un pequeño gravamen al FNA, dinero que va directamente a los préstamos, becas, subsidios y concursos.
Al año siguiente de su fundación, en el 59, la poeta Alejandra Pizarnik obtuvo un préstamo del FNA. Con ese dinero pudo viajar a Francia y perfeccionarse en La Sorbonne. No fue la única, también Leopoldo Torre Nilsson y Leonardo Favio, que lograron comprar equipos para filmar en 1962 y 1964, respectivamente. También el compositor Gerardo Gandini -para muchos la música contemporánea argentina de la segunda mitad del siglo XX no sería igual sin él- que en 1964 obtuvo un crédito para comprar un piano.
Antonio Berni recibió en 1969 la ayuda de un préstamo monetario que le permitió comprar su taller donde pintó obras sobresalientes que enorgullecen a la cultura pictórica de nuestro país. La serie de Juanito Laguna, por ejemplo. Pero la lista es larga e incluye también a artistas como Sylvia Molloy, Jaime Torres, Tristán Bauer, Norma Aleandro, Eliseo Subiela, Adolfo Pérez Esquivel, Beatriz Sarlo, Santiago Kovadloff, Luis Brandoni y Ricardo Piglia.
En la actualidad el FNA cuenta con tres tipos de financiación. En primer lugar los microcréditos (hasta $50 mil con un plazo máximo de 36 meses, a una tasa fija anual del 16.5%), en segundo los préstamos personales (hasta $300 mil para compra de instrumentos, viajes, impresiones, grabaciones o insumos en un plazo máximo de 60 meses, a una tasa fija anual del 16.5%) y por último los créditos hipotecarios, que son hasta un millón de pesos y tienen el reintegro en un plazo máximo de 120 meses, a una tasa fija anual del 7.5%.
"Creemos en la creación, es mucho más importante que la plata. Es muy importante que un país muestre que cree en sus artistas, en las personas que crean. Son ellos, los artistas, junto a los intelectuales, los que nos ayudan a entender. La cultura explica muchas cosas, y más en un mundo al que cuesta entender", comenta Biquard y continúa: "La idea es hacer que la comunidad toda y nuestra dirigencia entienda que el arte no es un ornamento, es una necesidad, y que nadie ha sido ajeno al arte en su vida". ¿Cómo pedirlo? hay que presentar el CV, el presupuesto que necesita el artista explicando sus fines y completar los formularios que están en el sitio.
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