Ingresar en el Faena Art Center en vísperas de la Bienal de la Imagen en Movimiento se asemeja a la experiencia imaginaria de cruzar el espejo de Alicia en el país de las Maravillas. El realismo de las proyecciones, en perfecta armonía con la ambientación de luces y sonidos, genera una sensación de un viaje psíquico y sensorial hacia lugares ya conocidos, explorados desde un periscopio atípico, libre de la contaminación que padece la voraginosa superficie del devenir cotidiano.
Sin embargo, las crudas imágenes expuestas mediante video y performance, que resaltan por el brillo y por la alta calidad de su definición, no representan aquello "maravilloso" de este mundo sino que reflejan los dramas más palpables que acechan a la especie humana en cada rincón del planeta. La Biennale, que presenta artistas de todo el mundo, desembarca en Buenos Aires como una plataforma para descubrir los territorios fluctuantes de la imagen en movimiento en el arte contemporáneo.
En la exhibición se abordan temáticas como la explotación del hombre y de los recursos naturales, la violencia de género, el desplazamiento social, el aislamiento político, la crisis medioambiental, y el temor y la incertidumbre que conllevan de manera más o menos consciente, estas problemáticas.
A través de la propuesta, la Bienal intenta trascender las barreras étnicas, geográficas e idiomáticas, para construir un puente internacional e intercultural, y llegar a comprender que todos los seres humanos sienten de manera similar, ríen de igual modo, lloran las mismas lágrimas saladas, y necesitan de un "otro" para subsistir… "ningún hombre es una isla entera por sí mismo"…
Todas las instalaciones exhibidas son dignas de admiración y contemplación ociosa, en el filosófico y legítimo sentido de la palabra. Cabe destacar la obra Duilian, presentada en el tercer piso del Art Center, creación de la artista transgénero Wu Tsang, un cortometraje experimental que narra la historia de amor "ilegítima" entre la poetisa revolucionaria china Qiu Jin -ejecutada por mantener una relación íntima con otra mujer- y la calígrafa Wu Zhiying.
Una de las presencias más esperadas de la Bienal es la del artista-cineasta neoyorquino Paris Kain. El director trajo a Buenos Aires The Uncountable Laughter of the Sea, una mediación poética sobre ciertos temas de la vida como la tranquilidad, la serenidad, la sostenibilidad y la pérdida. Filmada en el condado de Kerry en Irlanda, tiene como lenguaje central el paisaje, la luz y la fe. Vestido de blanco y negro, fiel a la inspiración que le ha brindado a lo largo de su reconocida carrera Abraxas, la deidad mitológica/gnóstica de la dualidad coexistente en todos los ámbitos de la vida, el artista neoyorquino habló con Infobae sobre su último trabajo:
"No soy una persona religiosa, al no tener mi propia fe me siento capacitado para adaptar y reconocer la belleza en todas las religiones y culturas. La razón por la cual comencé con esta instalación es por mi amigo poeta Patrick Brendan O'Neill, co director del film. El tenía muy buena relación con el Monseñor Padráig Ó'Fiannachta, reconocido lingüista, erudito, y poeta, recientemente fallecido, que actúa como guía en The Uncountable Laughter of the Sea. Patrick creció dentro de la religión católica y estudió para ser cura, y ese es el principal motivo por el cual este film tiene que ver con el cristianismo. Gran parte de la narración está inspirada en la encíclica "Laudato si" de 2015 del Papa Francisco sobre el medio ambiente. Esto es una alerta. Estamos en un momento en el cual es obvio que la madre Tierra necesita de una ayuda comunitaria para salvarla, las catástrofes naturales siguen aconteciendo, y todos nos damos cuenta que el tiempo se está acabando", dijo.
En su decimoquinta edición, es la primera vez que la Biennale of Moving Images es coproducida por una institución latinoamericana, además de hacer su debut en la región. El pre-opening se llevó a cabo con las palabras inaugurales de Ximena Caminos, directora artística y chair de Faena Art Center, a quien se la pudo percibir emocionada, ansiosa y orgullosa, por el desafío que representa trasladar en una misma estructura edilicia un festival que constituye una constelación de videoinstalaciones y proyecciones de filmes. En diálogo con Infobae, Caminos expresó todo el entusiasmo ante la primera exhibición de esta Biennale en Buenos Aires.
-¿Cómo fue el proceso de selección de los artistas ?
-Los artistas fueron seleccionados por un equipo de curadores internacionales convocados por Andrea Bellini, el director del Centro de Arte Contemporáneo de Ginebra, en un trabajo en conjunto con las curadoras Cecilia Alemani, Caroline Bourgeois y Elvira Dyangani Ose.
En esta ocasión, planteé la necesidad de incluir artistas de Miami y Buenos Aires para darle un contexto y relevancia al ambiente local en las dos ciudades donde presentamos la Biennale. Se trata, pese a la selección, de una muestra "no-curada". Los curadores no guiaron a los artistas por una línea curatorial o una temática específica. Lo interesante es que el hilo conductor se dio de manera espontánea, y el enfoque viene directamente de los ateliers de los artistas. Una reflexión sobre nuestra contemporaneidad que nos da el pulso de nuestro tiempo. En Miami, decidí incluir a Paris Kain con una proyección de video y a Jillian Mayer porque sus prácticas y las temáticas que exploran tienen una resonancia significativa con la Bienal. En Buenos Aires, decidí incluir a Agustina Woodgate, con su videoinstalación Cracked, diario de viaje de su roadtrip por Utah, que indaga específicamente en la geografía del desierto con su simbolismo, a Clara Cullen, con una videoinstalación Above and Below, que toma la actividad más liviana de bailarinas de nado sincronizado para revelar el lado oscuro bajo la superficie de ese símbolo de belleza, y a Sabrina Farji, con una proyección de su documental Desmadre, fragmentos de una relación que se proyecta el viernes 26 de mayo, con una entrevista y diálogo con Cristina Civale, que trata de las relaciones entre madres e hijos, y al fin y al cabo, entre mujeres en general.
-¿Cuál es el mayor reto de presentar esta Bienal en Buenos Aires?
-Para nosotros el mayor desafío fue sintonizar esas obras internacionales con el ámbito cultural de la ciudad de Buenos Aires. Creemos que hicimos una selección que puede tener mucha relevancia a nivel sociopolítico en relación con las realidades de la ciudad y esperamos llegar al mayor público posible.
-¿Por qué es importante visitar la bienal?
-Es importante para nosotros que comunidades diversas puedan aprovechar de esta experiencia para conocer a artistas que están exponiendo por primera vez en Buenos Aires, y también para venir a las proyecciones que hacemos cada noche en el Faena Art Center. Esas películas todavía están sin distribución, algunas siguen siendo obras en proceso, y pensamos que es un lujo poder compartir es proceso creativo con nuestra ciudad de forma abierta y gratuita.
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*BIENNALE OF MOVING IMAGES
Mayo 23-30. Abierto todos los días de 12 pm a 8 pm. Proyecciones diarias martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo a las 7 pm. Más información disponible en www.faenaart.org. Entrada libre y gratuita. Se recomienda reservar tickets para las proyecciones vía e-mail info@faenaart.org. Faena Art Center Buenos Aires: Aimeé Painé 1169 (CABA)
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