Dentro de los múltiples consumos culturales que los niños, adolescentes y jóvenes incorporan a su vida por obligación o por entretenimiento, el formato audiovisual es el que, por diferentes motivos, encabeza el ranking de los preferidos. Series y películas para esta franja etaria se producen y consumen en idénticas proporciones y en cantidades industriales, lo que hace pensar que, si alguien quisiera atraer la atención de los más chicos, optar por el formato audiovisual sería una buena estrategia.
Fernanda Rotondaro, directora general de canal Encuentro, y Ruth Kaufman, editora y escritora, conversaron con Infobae sobre Susurro y altavoz, el ciclo de poesía para adolescentes y jóvenes que cada martes estrena un episodio por esa señal.
La idea de este novedoso proyecto cultural se gestó hace unos años tras charlas entre Rotondaro y Kaufman en las que compartían tanto experiencias artísticas, de trabajo y vivencias personales. Este vínculo le permitió a la directora de Encuentro conocer la forma de encarar los talleres de la escritora y editora. "Me parece muy interesante su forma de trabajar los autores, los poemas y el sistema de consignas para generar poemas individuales o en grupo, sobre todo en las escuelas. Tiene mucho humor, sensibilidad y eso posibilita que los chicos 'saquen su voz' de una manera auténtica". El modo en que Kaufman establece una conexión profunda, sin prejuicios y a la vez divertida con la poesía le hacía imaginar a Rotondaro un programa televisivo: "Cuando ella me contaba sus talleres, yo veía un programa, y, por supuesto, me decía que estaba loca", confiesa la directora de Encuentro.
La poesía, un género tal vez olvidado o relegado, en este ciclo es protagonista, y así lo expresa Rotondaro: "Lo que yo quería era armar una serie en la que la poesía fuera el punto de partida para que los adolescentes pudieran escribir y hablar, darles un espacio en la pantalla para ver su sensibilidad, sus ideas, sus preocupaciones, su creatividad". Y a la vez, la poesía actúa como entidad que corre la imagen negativa que se tiene de los jóvenes para poner de manifiesto una juventud creativa, saludable. "Es muy valioso que puedan verse reflejados, y también que los adultos los vean, sobre todo en un contexto en el que los medios presentan a los jóvenes sólo asociados a temas de alcohol, drogas, conflictos en la escuela o situaciones de peligro. Están invisibilizados en general o se los muestra de manera alarmante y sesgada", concluye.
El público al que está apuntado el ciclo no está restringido y tal vez esta amplitud, sumada a una idea descontracturada, ha permitido que se haya generado una empatía, "un ida y vuelta muy enriquecedor con los jóvenes, con los docentes y con la audiencia en general", expresa satisfecha Rotondaro. Y esto llega al punto que en las escuelas están bajando los programas para trabajar en el aula, tanto los profesores como los talleristas, quienes le piden las consignas a Kaufman. El resultado ha superado las expectativas ya que la gente ha comenzado a escribir en sus casas y en las jam sessions de poesía que la producción arma durante la emisión del programa en Facebook Live. "Salen cosas geniales", se alegra Rotondaro.
El nombre del ciclo tiene mucho que ver con la carrera de Kaufman: "Elegimos a Ruth por su trabajo y su larga experiencia en los talleres de poesía con jóvenes, además de por haber llevado a cabo Altavoz, poesía parlante", una performance poética callejera que la escritora realizaba con su auto a través de altavoces. Por otra parte, Ruth propuso que la susurradora Celeste Agüero participara del programa, y a Rotondaro esta amalgama paradójica se le tornó lo suficientemente interesante como para que se constituyera como propuesta –la doble vertiente sonora: la suavidad o sutileza del susurro combinada con la estridencia del altavoz– regidora y como nombre del programa.
Ruth Kaufman (también autora y editora de libros para chicos), por su parte, cuenta cómo es cada programa. "Cada uno está estructurado alrededor de un solo poema, que se lee en voz alta en el taller, se susurra, es el leitmotiv de un videoclip, la inspiración de un mural callejero, el disparador de una pregunta a la que responden un antropólogo, una bióloga, un cocinero… En cada caso es otra pregunta y otra persona, con otro saber, la que da la respuesta". El poema es el que inspira la escritura de los jóvenes que participan del taller. "Un auto con un altavoz arranca al comienzo del programa haciendo oír por la calle el poema inspirador y, hacia la mitad, ya propala las voces y las escrituras de los jóvenes", sintetiza.
Entre los invitados al ciclo estuvieron Roberta Iannamico y Rodolfo Edwards, y Kaufman destaca lo enriquecedor que fue, para los chicos, el intercambio con los autores, quienes leyeron en voz alta, respondieron preguntas y se sentaron a escribir junto con los jóvenes. "También nos visitó Susana Lange, sobrina de Oliverio Girondo y albacea de la obra de su tío. Susana contó muchísimas anécdotas muy ricas: ¡ella tenía la edad de los jóvenes del taller y bailaba tango con Girondo! Y les regaló un libro de Girondo a cada uno", expresa la conductora y tallerista.
La búsqueda es generar que la lectura de un poema sea, en sí, una experiencia, pero no solo para los que participaron del taller, sino para el público que lo ve por televisión. "En el taller, leer a un poeta y escribir inspirándose en ese poema son parte de la misma experiencia. En el caso de los espectadores, la escritura queda mucho más librada a lo que haya podido o no suscitar el programa", explica Ruth Kaufman. "En la Feria del Libro se me acercaron dos televidentes para contarme que a partir del programa de 'La lluvia', de Arnaldo Antunes, se sentaron a escribir. Uno fue un señor de 86 años; otro fue el papá de una televidente escritora que tiene 6 años", comparte con Infobae.
La elección de los poemas es de Kaufman, y responde tanto al gusto personal de la autora como a las posibilidades que aquellos tengan para generar consignas de lectura y escritura. Cuenta que no ha sido fácil elegir solo ocho autores y su correspondiente poema, pero le gratifica imaginar que cualquiera que haya visto el programa pueda salir al encuentro de ese autor del modo que sea (por internet, en una biblioteca o librería). "Todo el programa apunta a la lectura intensiva y al contacto multidisciplinario con un solo texto".
En relación con los jóvenes que participaron del ciclo, la tallerista y conductora resalta que lo que le llamó la atención fue que los chicos no solo no perdieron la concentración en el taller pese a estar siendo filmados, sino que, además, lograron involucrar a todo el equipo técnico. "Me encantan las tomas en las que se los ve con el lápiz en la mano y la mirada perdida o hacia adentro, en actitud de escritura, las miradas de complicidad entre los que escriben juntos, las posturas de los cuerpos cuando escuchan los textos de los compañeros", relata Kaufman. Otra cosa que resalta como llamativa es la capacidad para compartir sus textos en voz alta. "Textos muy personales, muy íntimos en algunos casos", prosigue. "Hay un canal abierto, a esa edad, de conexión con la poesía. No es que se cierre después, pero a esta edad, pareciera que resulta 'natural' asumir y escuchar la voz de la poesía".
Respecto al formato, docureality, explica Fernanda Rotondaro, combina el "registro documental y la grabación de situaciones reales", por eso es el género más adecuado para circunscribir al programa, ya que, por un lado, se puede grabar una situación real, con personajes reales, pero, a la vez, las opiniones, que significan mucho, el proceso creativo y los invitados no se pierden. "Lo documental también está presente en cómo la cámara registra y observa cada situación".
Para finalizar, resalta: "Algo que nos gusta mucho de la serie es lo interdisciplinario: está presente la literatura, la creación audiovisual a partir de los poemas (los videopoemas), los gaffitis, la grabación de los chicos de sus propios textos, que después terminan en una performance sonora y callejera… Hay mucho 'amasado' artístico, hay una búsqueda estética". Rotondaro destaca la interacción de Ruth con los jóvenes que asisten al taller: "Como en cada episodio participa un grupo de chicos de distintas escuelas secundarias públicas, el programa siempre es distinto. Cambia por el poema y el autor elegidos, por las consignas, pero, sobre todo, por la diversidad de chicas y chicos que participan y se animan a escribir solos, con sus compañeros, sentados en los bancos de madera o subidos a los árboles de la casa donde grabamos. Eso es bellísimo".
Para la segunda temporada, prometen actividades transmedia, un rimódromo, en el que el usuario tiene la posibilidad de rimar con Sylvia Plath, Arnaldo Antunes o André Breton, o de armar un poema propio y agregarle una base de hip hop. Además, tienen previsto hacer los talleres en vivo con Kaufman en Tecnópolis, hacer las guías para docentes y editar un ebook con los poemas de los jóvenes en el taller.
*Susurro y altavoz puede verse hoy martes a las 21 (el capítulo estreno, "Gratitud", el sábado 20 a las 15:00 y domingo 21, a las 22:30) y el martes 23/5. Además, para quienes quieran ver toda la temporada, pueden hacerlo a través del portal del canal Encuentro.
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