¿Dónde está lo nuevo? Podría decirse, sin aventurarse demasiado, que está en cada resignificación de lo ya dicho, determinado por un nuevo contexto, una nueva época, con sus características y especificidades. Hay una frase que se le atribuye a Vincent van Gogh: "¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?". Esto pone de manifiesto algo más que la inteligencia: la voluntad. Zona Futuro, un espacio que está transitando su sexto año consecutivo dentro de la Feria del Libro, la tiene. Su objetivo es dar cuenta -en palabras de Esteban Castromán, uno de sus organizadores- "lo que está ocurriendo en los sótanos donde se produce lo nuevo".
"A Zona Futuro los escritores se lo apropiaron, nosotros seríamos como médiums", comienza diciendo quien, además de ser gestor cultural (dirige, también, la editorial Clase Turista y está a la cabeza de IndieLibros, una editorial de ebooks), escribió Alud, 380 voltios y La perfección de lo imperfecto, entre otros. Lo que parece suceder es que ese proyecto ínfimo y prometedor, como un cachorro inquieto que movía la cola con ternura, se fue transformando poco a poco en un monstruo bravo. Debutaron en la Feria en 2012 abordando la era digital; en 2013, el boom de las editoriales independientes; en 2014 agrandaron el registro con literatura más allá del libro; en 2015 se unieron ciencia ficción y emancipación; y para 2016 fueron tras lo experimental. ¿Qué hay para este año? Nuevas interferencias en el mapa cultural, es el título para 2017.
El objetivo es dar cuenta lo que está ocurriendo en los sótanos donde se produce lo nuevo
La imagen que ilustra el ciclo de este año condensa muy bien el espíritu. Se trata de La vuelta del malón, la pintura de Ángel Della Valle de 1892 donde un grupo de indígenas -eufóricos y victoriosos, con lanzas y boleadoras- surca el barro con sus caballos luego de una batalla o un asalto. Uno de ellos lleva secuestrada una mujer blanca, una cautiva con sus pechos al descubierto. El detalle nuevo: un ruido o interferencia, similar a lo que las tormentas le hacen a la señal de la televisión por cable.
"Ese ruido es cruce y ruptura, experimentación e interferencia. Se mezcla a nivel molecular, te diría. El sentido se va transformando pero sin dejar de ser el mismo", le dice Castromán a Infobae, y continúa: "El espíritu del espacio es darle lugar a los artistas que no tenían lugar antes en la Feria, es fomentar la diversidad y trabajar sobre zonas no tan obvias, no tan tradicionales. Cristalizar lo que existe por fuera de lo mainstream, porque hay una vibración entre la gente que está produciendo literatura. Hay cierto espíritu renacentista: practicar muchas disciplinas, cruzando literatura con música, plástica… pero también existe un espíritu colaborativo que busca pensar todo de una forma más cooperativa".
Zona Futuro "es una pequeña tarima, un living, un lugar entre amigos, una manera casi horizontal de contar lo que alguien está haciendo". A diferencia de lo que sucede en el inmenso mapa geográfico que es la Feria del Libro, donde se tiende a agrupar autores y lectores en torno a géneros, temarios y circunstancias etarias, este espacio es un universo en sí mismo, un menjunje de inteligencias y voluntades, variadas y colorinches. "La Feria del Libro es un acontecimiento muy intenso que dura mucho, donde el libro es el protagonista y también la excusa para que la gente se encuentre con la pasión de leer y de experimentar la cultura, digamos. Pero nuestra idea no es rotular, sino mezclar, porque el campo cultural es algo rico, abierto y heterogéneo", comenta.
En el Pabellón Amarillo estará el stand Zona Futuro con todo su arsenal: más de 60 actividades y cerca de 300 escritores, cineastas, artistas visuales, músicos, periodistas y gestores culturales. A partir del 27 de abril, y hasta el 15 de mayo, de lunes a viernes de 18 a 22 horas; sábados, domingos y feriados de 13 a 22.
Nuestra idea no es rotular, sino mezclar, porque el campo cultural es algo rico, abierto y heterogéneo
Entre lo más destacado que se presentará en ese espacio está la presencia del escritor y cineasta israelí Etgar Keret, la conferencia performática Campo de Mayo de Félix Bruzzone curada por Lola Arias, una entrevista pública a Marcos López y algunas canciones en vivo de Isol. También, las jornadas Hacedoras literarias, debates sobre la naturalización de la violencia de género, sobre humor gráfico, charlas sobre literatura y dramaturgia, y talleres literarios, periodísticos y de fanzines. Además, algunos aniversarios del under cultural: 25 años de La Marca Editora, las 500 reseñas de Solo Tempestad y los 8 años de la revista ArteZeta.
"No es solamente la parte de la autogestión y la poesía alternativa, sino también proyectos más consolidados como mercado, pero que no pierden la idea de hacer cosas e ir para adelante más allá de las crisis", agrega Castromán y, entre sus palabras, se cuela una sentencia que sólo puede percibirse adentro, en la organización, en la diagramación de una grilla punzante, o metiéndose dentro del stand, esa isla novedosa dentro de una Feria apabullante: "Hay una energía explosiva". Habrá que ir, entonces, para sentirla y comprobar eso que canta 107 Faunos: el imán de lo nuevo.
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