En la literatura existen los géneros tradicionales, las etiquetas, las modas en los nombres y los híbridos, todas clasificaciones que configuran un entramado para denominar historias y recursos. Literatura YA (sigla en inglés para Young Adults) es una de las últimas y más reconocidas denominaciones, fundamentalmente mencionada entre booktubers y millenials. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de literatura YA?
Si bien los lectores jóvenes disponen de una enorme cantidad de bibliografía de la que disfrutar sin miramientos, sin limitaciones —todos pueden leer de todo—, ha surgido un género destinado, casi en exclusividad, para ellos. Existen cada vez más editoriales que apuestan a este público y que presentan las más diversas temáticas.
Georgina Dritsos, jefa de prensa de V&R Editoras y autora de libros juveniles, al ser consultada acerca del surgimiento de la literatura YA, cuenta que antes se hablaba, dentro de los ámbitos académicos y en el mundo editorial, de la "literatura infanto juvenil", que incluía tanto libros para chicos como para jóvenes, pero quedaban un poco desdibujados los límites entre una y otra. "Con el advenimiento de la llamada literatura Young Adult, se puede diferenciar con mayor claridad cuáles son los libros específicamente para los chicos y cuáles, para los jóvenes", aclara.
Dritsos continúa: "Es una literatura más abarcativa, más actual, que no persigue tanto el costado educativo, sino mostrar voces, temas y subgéneros que responden más a los lectores actuales".
El panorama comienza a aclararse; ya se sabe, entonces, que es una literatura para jóvenes, sin embargo no queda muy definido el rango etario que separaría a los niños de los jóvenes. Para María Amelia Macedo, editora de Penguin Random House, la YA comprende a lectores de entre 14 y 25/29 años, es decir, adolescentes y adultos jóvenes. Se escinde, así, de la literatura infantil y de los libros para niños. Para Cecilia Rassi, asesora pedagógica de LIJ de editorial SM, la franja es más acotada e incluiría entre sus seguidores "a jóvenes de entre 13 y 22 años aproximadamente". Y refuerza la idea: "Como toda categoría editorial, sus límites no son precisos, sino que intentan demarcar determinado sector del público lector".
Georgina Dritsos habla sobre el surgimiento de esta clasificación: "El término 'Young Adult' fue creado por la Young Adult Library Services Association, de los Estados Unidos, durante la década de los 60, para representar a los jóvenes lectores de 12 a 18 años". Sin embargo, es un hecho conocido que el público lector de este género excede a los adolescentes. Agrega que una encuesta realizada en los Estados Unidos por el Bowker Market Research en 2012 determinó que el 55% de las compras de los libros YA en los Estados Unidos habían sido realizadas por lectores de 18 a 44 años. "Y los libros eran para ellos, no para regalar", sentencia.
No es considerada una etiqueta fruto de una moda, sino, como expresa Cecilia Rassi, constituye una decisión o apuesta por parte de los equipos editoriales para el propio ordenamiento de su público lector. Macedo, de Penguin, refuerza esta idea y señala que se delimitó ese nuevo rango de lectores y se lo nominó; que es producto de una necesidad de mercado y que surge de los sellos delinear estrategias para llegar a esos lectores y conocer sus características e intereses. "Esto es acorde a lo que sucede con otros consumos y el desafío editorial siempre es encontrar autores convocantes que se destaquen por el tratamiento de los temas, la calidad literaria, la innovación en de los diversos géneros", puntualiza.
Respecto a este punto, Georgina Dritsos indica que la clave está en unificar en un término que agrupe diversos géneros tan disímiles (fantasy, distopía, paranormal, misterio, romance, romance paranormal, realismo, historias testimoniales, y otros) para un solo público lector. "Lectores jóvenes hubo siempre…", explica Laura Leibiker, directora editorial de Norma, cuya colección Zona Libre es modelo en Latinoamérica cuando se habla de literatura para jóvenes.
"YA es una categoría que refiere a una parte del mercado de lectores", sigue Leibiker. "Como cualquier otra construcción, es artificial. La distinción entre literatura juvenil y literatura YA no es estricta; de hecho, creo que hay puntos de contacto, libros que interesan o funcionan en ambas categorías. Son construcciones que, desde el marketing, resumen una tendencia o rasgo de la producción literaria de la época y la reúnen dentro de una etiqueta o categoría. En algunos casos responden a modas; el caso de YA tiene más que ver con un grupo etario, con un perfil de consumidor interesado por la novedad, por lo que conoce a través de las redes y los medios de comunicación". A pedido de Infobae, Leibiker recomienda títulos de su catálogo como La oscuridad de los colores, de Martín Blasco; La lluvia sabe por qué, de María Fernanda Heredia y Los vecinos mueren en las novelas, de Sergio Aguirre.
Todas las personas consultadas para esta nota están convencidas de que YA es un género o segmento en franco avance. Para Macedo, se puede hablar de "fenómeno", ya que estos libros fueron ganando un espacio propio en las librerías, tanto dentro de los locales como de espacio en las vidrieras, pero además, y esto es lo más destacable, porque generaron comunidades y nuevos actores culturales. Con esto han ido surgiendo los booktubers, bookstagrammers y bookbloggers (que son fuente de información y grandes mediadores a la hora de llegar a más lectores con sus recomendaciones), que, a su vez, son generadores de encuentros entre lectores ávidos de información e impulsores de programas y actividades específicas dentro de la Feria del libro, por dar un ejemplo.
Para Dritsos, YA es un género que ha revitalizado la industria editorial a nivel mundial. "Son tantos y tan buenos los autores y títulos que ofrece y las temáticas tan variadas y, en algunos casos, como en los temas realistas, tan actuales y generan tanta empatía, que los lectores ya no sólo son adolescentes, sino que ahora también públicos más adultos leen estos libros. No sólo el género precisaba englobar a todos estos libros escritos para esa franja de lectores, sino que ellos también precisaban tener esa distinción".
Temáticas y representantes
Dentro de este segmento se han publicado best sellers de diversos géneros y temáticas: libros realistas (que abordan temas como la convivencia con enfermedades terminales, la identidad sexual, la depresión y el suicidio, las adicciones, la violencia y las relaciones disfuncionales y el bullying), distopías, fantasy, románticos, relatos paranormales, entre otros. Entre sus referentes están Stephenie Meyer, John Green, Rainbow Rowell, Kiera Cass, R.J. Palacio, Anna Todd, Suzanne Collins, James Dashner, Verónica Roth, entre muchísimos otros. V&R Editoras, por su parte, apuesta con fuerza a este público, lo que los ha llevado a lanzar un sello específico, VR YA.
Este fenómeno se ve complementado y enriquecido por plataformas como Wattpad y las redes sociales, lo que activa la creatividad a la vez que impulsa a esos escritores que su comunidad tecnológica apoya.
El cine y las series terminan de cerrar el círculo, ya que el pasaje de un soporte a otro mantiene candente esa ficción en papel y, en muchos casos, impulsa la escritura de secuelas y fan fictions.
Chick-lit, el subgénero desdibujado
Esta categoría nacida en los Estados Unidos como una consecuencia natural del éxito que fue la serie Sex and the City, donde el paradigma de mujer quebraba los cánones más tradicionales y presentaba a una joven exitosa, con libertad sexual y económica que, a la vez, estaba siempre a la moda y rodeada de amigas como ella, que entre los libros dio éxitos cinematográficos y no más que novelas livianas, vale mencionar El diablo viste a la moda, El diario de Bridget Jones y 50 sombras de Grey.
Sin embargo, como cuenta Florencia Ure, gerente de Comunicaciones y Prensa de Penguin Random House, sin motivo aparente perdió fuerza mientras que otros géneros más fantásticos, más esperanzadores (Bajo la misma estrella, por ejemplo) cobraron más fuerza y la desplazaron un poco.
No dejó de existir, pero su porción dentro de las editoriales mermó para ser un tema más.
Los invitados de literatura YA en la Feria del libro
Para finalizar, Infobae consultó a varias editoriales con fuerte impronta de literatura YA sobre los invitados a la Feria Internacional del Libro, que se realizará a fines de abril, y los confirmados ya son un número importante.
V&R, que dedica una colección entera a este público —VR YA—, apuesta con todo y ha invitado a tres autoras. Madeleine Roux, autora estadounidense de la saga Asylum, viene a presentar House of Furies. Esther Sanz, escritora española de Si el amor es una isla, desembarcará para dar a conocer la segunda parte, Si el amor es un canto de sirena. De este lado del océano, viene Paula Pimenta, brasileña y creadora de la serie Viviendo mi película, de la cual, la editorial ya editó tres títulos.
Por su parte, #numeral traerá a Allen Zadoff, autor de la trilogía Asesino anónimo —sobre un adolescente que trabaja como sicario a sueldo para una corporación—. Fue best seller rápidamente y traducido a 12 idiomas. Este mayo, por este mismo sello, llega Yo soy la misión, segundo volumen de la saga.
Editorial Planeta traerá al youtuber Dross, quien firmará ejemplares de La guerra de Ysaak, continuación de Luna de Plutón, mientras que Tiffany Calligaris presentará Witches 4.
Norma acerca a su público al escritor inglés Chris Priestley, autor de varios títulos de su catálogo como Cuentos de terror de la boca del túnel o Lo más cruel del invierno, quien además dará conferencias sobre el género Terror.
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