Cuando Carl Gustav Jung comenzó a utilizar en sus pacientes la idea de crear y colorear mandalas como mecanismo de expresión y liberación, todos se sorprendieron. "¿Cómo se le puede ocurrir semejante cosa?", habrán pensado sus colegas. Pero para este psiquiatra suizo, convencido de su propuesta, esta técnica estaba llena de posibilidades para abstraerse de los problemas. ¡Y vaya que lo lograba!
En el mercado editorial, este concepto fue retomado con astucia y a partir de la obra de la autora escocesa Johanna Basford (Jardín encantado) surgió un boom de libros para colorear (ya no sólo para niños, ¡ahora también para adultos!) con fines terapéuticos, ayudando a, en tiempos tan convulsionados como los que vivimos actualmente, controlar la ansiedad y calmar el estrés.
Sin embargo, esta tendencia que inundó las librerías argentinas y del mundo desde hace un tiempito empezó a nutrirse de literatura, es decir que, además de los dibujos, aparecieron las buenas historias. Tanto es así que nada más y nada menos que Isabel Allende hoy se suma a esta moda aportando toda su creatividad.
Antes que todo, se podría decir que esta escritora es una exploradora. Su prosa se ha zambullido en varios géneros, sin miedo al error ni al ridículo, saliendo siempre airosa de todos esos chapuzones. Ha pasado por la literatura juvenil (Lauchas y lauchones, ratas y ratones es un ejemplo), la autobiografía (con Paula, Afrodita y La suma de los días), la novela histórica (en Inés del alma mía cuenta sobre Inés Suárez, la primera mujer española en llegar a Chile), obras de teatro (en la década del 70 hizo El embajador, La balada del medio pelo, Yo soy la Tránsito Soto y Los siete espejos) y el policial (El juego de Ripper).
LEA MÁS: ¿Qué dejan las migraciones?, una pregunta que intentan responder los expertos internacionales
LEA MÁS: De mujeres, tetas e inteligencia
Como si con todo eso no bastara, esta vez, la best seller chilena se lanza de lleno a este boom de los libros para colorear para adultos con La ninfa de porcelana. En este audio exclusivo de Infobae, la autora de La casa de los espíritus narra un fragmento del libro: la historia de Don Cornelio, un caballero de traje gris con catorce bolsillos que una vez, yendo al trabajo, se topó con una muñeca de porcelana gigante que transformó su vida para siempre. "Permaneció hipnotizado por varios minutos", recita Allende, y luego comienzan las aventuras hilarantes y extraordinarias.
En estos días su libro aterriza en las librerías y promete algo más que trazos negros dispuestos a ser coloreados con un fin terapéutico. Promete una historia literaria bien narrada. Una de las voces más reconocidas de la literatura latinoamericana actual decidió explorar el terreno de este nuevo género. Sólo los lectores darán su veredicto. Lo cierto es que no sólo podrán calmar el estrés; también, como un plus encantador, zambullirse en un relato delicioso.
______
Vea más notas en Cultura