Es una práctica regular. Llevar una botella de agua en el auto para hidratarse durante el viaje es una conducta universal. Y aunque estimulada en las estaciones de calor, suele ser una compañía permanente y común a todos los conductores o propietarios. En jornadas estivales, se transforma en un compañero imprescindible y aconsejable: estudios afirman que no beber nada en largos y calurosos viajes puede ser tan peligroso como conducir con elevados niveles de alcohol en sangre.
Las botellas de agua dispersas por el interior del habitáculo son víctimas de la ingenua promesa del "después las saco". Que permanezcan libres dentro del auto es una práctica habitual y peligrosa. Fundamentalmente cuando quedan expuestas al sol durante largo período de tiempo. En principio porque el calor y las altas temperaturas promueven el desarrollo de gérmenes y bacterias, de modo que cualquier microorganismo que haya entrado en contacto con el agua se podrá reproducir más rápidamente. El resultado, en caso de ingerir el líquido, sería una potencial infección y malestar estomacal. Ese sería el efecto leve de haber dejado una botella de agua dentro del vehículo.
El peligro mayor lo experimentó Dioni Amuchastegui, técnico de baterías, mientras almorzaba en su camioneta. "Al principio pensé que era polvo que había entrado pero cuando vi que las ventanas estaban cerradas y que era imposible, me di cuenta de que la luz estaba traspasando la botella de agua y en realidad era humo", explica. El agua dentro de la botella de plástico reprodujo el efecto lupa: el extraño fenómeno que incinera un objetivo preciso mediante la filtración solar del vidrio.
Al advertir la situación, el conductor descubrió que se habían producido dos agujeros en el asiento delantero. Para comprobar el episodio, decidió recrear la escena y publicarla en su cuenta de Facebook. En el video, que lleva más de 300 mil visualizaciones, explican que "una botella de plástico llena de agua puede actuar como una lente que concentra la energía del sol en un solo punto". Para que suceda este fenómeno, la botella debe ser redondeada, estar completa de agua y precisa que la luz del sol pase a través de ella en un ángulo recto: "Con esas características puede superar los 400 grados", explicó el jefe de bomberos de Mindwest, Oklahoma. Aunque las probabilidades sean relativamente bajas, preferible tomarse el trabajo de quitar las botellas de agua del interior del auto antes que invitar a la suerte a incendiar el vehículo.
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