Jaguar cometió un sacrilegio. De acuerdo al purismo o a la tradición de coleccionistas veteranos y apasionados por los autos clásicos, la maniobra de la firma británica es al menos una profanación de su romanticismo, un desacato a su intelectualidad. Hizo del mítico E-Type Roadster Series 1.5 de 1968, aquel que Enzo Ferrari definiera como "el auto más bello jamás construido", un auto eléctrico. Lo convirtieron en el E-Type Concept Zero: una original forma de demostrar que en el mañana se podrá aún conducir un vehículo clásico.
O de extender la movilidad eléctrica a todos los períodos de tiempo: que además de ser presente y futuro de la industria, comprenda el pasado. Jaguar lo hace con delicadeza. El controversial motor será reversible, podrá reemplazar el bloque de gasolina XK de seis cilindros que montan los modelos fabricados entre 1949 y 1992: el E-Type, el XK120, el Mk2 y el XJ6. Tim Hannig, director de Jaguar Land Rover Classic, reveló que esta tecnología "podría transformar en eléctrico cualquier Jaguar clásico con motor XK".
El Concept Zero respeta y conserva la estética y el consagrado dibujo del modelo original. Pero asume especificaciones acordes al tiempo y espacio de su actualización: con excepción del propulsor propio del siglo XXI, renovó el panel de instrumentos con diseño inspirado en el E-Type original y faros LED en procura de mayor eficiencia energética. El modelo fue restaurado y luego transformado por la división Jaguar Land Rover Classic Works en Coventry, a pocos kilómetros del lugar donde comenzó el legado del E-Type.
La modificación principal radica en su corazón: el motor eléctrico de 220 kW –equivalente al desarrollo de una potencia de 300 caballos de fuerza– recoge innovaciones y elementos derivados del I-Pace, el primer modelo 100% eléctrico de Jaguar. El propulsor fue creado con los mismos estándares de dimensión y peso del bloque original para no alterar la estructura, los frenos y la suspensión. De modo que la modificación y la homologación del convertible biplaza, así como se mantiene inalterable la distribución de peso, no demandó complejidades.
El legendario automóvil mejoró su calidad de prestaciones con la versión de cero emisiones: mejora el tiempo de cero a cien kilómetros por hora en 5,5 segundos, en comparación con los 7,1 del modelo de combustión fósil. Su autonomía es de 270 kilómetros y su paquete de baterías de iones de litio de 40 kWh se puede recargar en una toma de corriente convencional en un plazo estimado de seis horas.
Según Jaguar, el E-Type Concept Zero emula la misma experiencia de maniobrabilidad, conducción y frenado que distinguió al E-Type Roadster Series 1.5 de 1968, aquel que fuera calificado por Enzo Ferrari como "el auto más bello jamás construido".
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