La mañana del 13 de julio un BMW 328i descapotable cayó del cielo de Austin, Texas. Christi Bowmer, de 49 años, se precipitó al vacío desde el séptimo piso de un estacionamiento. Lo recibió la vereda de una calle estrecha. La trompa absorbió el impacto, rebotó y quedó boca abajo, con las ruedas hacia arriba. "Lo vi en cámara lenta. Pensé que iba a morir", dijo la conductora, quien tuvo lesiones de gravedad -politraumatismos, huesos rotos y dos hemorragias arteriales en la cabeza-, recibió inmediatamente atención médica y evoluciona favorablemente de sus heridas. La razón del estridente accidente preocupa a las autoridades gubernamentales.
Según la investigación, Bowmer confundió el freno con el acelerador: los nervios la dominaron, el susto la bloqueó y en vez de frenar, aceleró a fondo. El resultado de la confusión pudo haber sido fatal: la violencia del vehículo atravesó la pared y cayó desde varios metros de altura sobre la frontal. El equipamiento de seguridad avanzada evitó que la conductora muriera.
Un Chevrolet Tahoe que conducía William Burch por la calle donde se hundió el BMW se salvó de milagro. El conductor estaba hablando con su madre cuando escuchó el estruendo. "Puedo imaginar lo que estaba pensando cuando dije: 'un coche acaba de aterrizar en mí, tengo que colgar'", dijo en declaraciones a un medio local. El video del incidente, que no contiene audio, fue publicado por el Departamento de Policía de Austin. Se ve, además de la aparatosa colisión, cómo se acerca gente a socorrer a la conductora del vehículo.
No fue el único siniestro casi mortal que se suscitó en el Littlefield Parking Garage del centro turístico de Austin. En septiembre de 2016, William O'Connor, de 24 años, desbordó la superficie del noveno piso con su vehículo con distinta suerte: cables de contención se enredaron en su eje delantero evitando que se estrellara en el piso. Estuvo durante dos horas colgando antes de ser rescatado. Se había también equivocado de pedal. Una situación que mereció el estudio de la National Highway Traffic Safety Administration, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras -una agencia dependiente del gobierno de los Estados Unidos-.
La entidad estudió esta conducta en 2012: estableció un promedio de 16 mil accidentes al año por conductores que confunden los pedales. La investigación encontró como más proclives a los menores de 21 años y a los mayores de 65 porque "las funciones ejecutivas de las áreas relevantes del cerebro no se han desarrollado completamente o han comenzado a debilitarse". Según el informe, el 60% de los conductores implicados en este tipo de siniestros son mujeres en maniobras de estacionamientos.
Para la elaboración del estudio, la NHTSA consultó a especialistas en rehabilitación de conductores para discutir condiciones médicas y déficits funcionales que podrían promover la equivocación en la aplicación de los pedales. A modo de conclusión, la organización gubernamental sugirió mayor educación y formación para los médicos y los agentes de tránsito sobre los efectos de la neuropatía. Además organiza campañas de educación vial específica para entender las consecuencias del drama del "pedal mezclado".
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