La búsqueda por generar una identidad de marca es prioritaria. En la industria automotriz era prioridad se vuelve indispensable. Las siluetas, las líneas, las fisonomías de los vehículos deben ser de fácil interpretación, de sencilla identificación. Chevrolet renovó la piel de todo su portfolio bajo esta premisa conceptual: alcanzar una representación global sólida. E inyectarle nuevas consignas de diseño: elegancia y deportividad predominan ahora en todos su nameplates.
En términos de diseño, hará gala de la fuerza de sus músculos en el nuevo Camaro SS, una de las atracciones más esperadas por los fanáticos del motor. En el Salón del Automóvil de Buenos Aires, la sexta generación de este mítico deportivo de personalidad y estirpe típicamente norteamericana divulgará las líneas diseño más características del fabricante. La "Leyenda" estará en su versión convertible y coupé.
El Cruze también adoptó esta combinación de elegancia y deportividad para convertirse en un sedán de perfecta armonía. El Cruze 5, una obra de gran aerodinámica, exacerba el sentido agresivo y deportivo del vehículo premium de Chevrolet.
En el Salón, los fanáticos podrán disfrutar de acciones de diseño interactivas. En el stand de la marca, el "Fan cards engagement" ofrecerá un servicio para sacarse una foto con el auto sobre un fondo de pantalla verde para luego agregar de manera digital el paisaje que desee. Una forma virtual de llevar el modelo Chevrolet a cualquier destino del mundo.
Todo este nuevo ejercicio de rediseño e identidad visual de marca global no sacrifica el poder y la performance de un modelo de cuña estadounidense. Sobre el rejuvenecido capó de toda la gama Chevrolet, se esconde la tradicional potencia de los motores: desde el hipnótico motor del Camaro hasta el silencio casi absoluto del del Bolt, la compañía ofrece rendimientos de excelencia sin descuidar el medio ambiente.