Lujo y velocidad: las patrullas policiales más sorprendentes del mundo

Lamborghini Aventador, Aston Martin One-77, Bugatti Veyron, Ferrari FF, McLaren MP14-12C, Chevrolet Camaro SS, BMW i8, Bentley Continental GT, Mercedes-Benz G65 Brabus. La lista bien podría pertenecer a la flota de autos de un excéntrico millonario. Pero no: es el cuerpo policial de las fuerzas de seguridad de la ciudad de Dubái. Imponentes deportivos convertidos en patrullas, metáforas de la ostentación árabe: al servicio de la comunidad, hechos para proteger y prevenir, a bordo de unidades preparadas para las persecuciones y las emergencias. Apenas algunos de los autos de policía más espectaculares del globo.

La policía italiana devolvió a la agenda la singular apariencia de algunos patrulleros. Presentó al Lamborghini Huracán que estará al servicio de los agentes de tráfico. Por su calidad de prestaciones -velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 3,2 segundos-, el deportivo servirá para el traslado urgente de órganos para trasplantes o transfusiones de sangre in situ en siniestros que demanden velocidad. Un compartimento refrigerado ubicado en el baúl cumplirá tales funciones. El Huracán desplazará al Gallardo, la primera donación de Lamborghini, modelo que será retirado de la circulación para formar parte la colección del Museo de los coches de la Policía en Roma.

Prestaciones similares son las que presumen los deportivos de Dubái, uno de los siete Emiratos Árabes Unidos. Cargados con metralletas, granadas, pistolas eléctricas y láser, garantizan la seguridad en una ciudad que hace espejo de sus fuerzas policiales: opulencia, excesos, fastuosidad, resumen cultural que declaran tanto los rincones como los patrulleros de Dubái. Abu Dabhi, otra ciudad árabe, ostenta un Lykan Hypersport, tasado en USD 3,5 millones, más modelos Nissan GT-R y Rolls-Royce Phantom, otras bestias de la industria que completan la codiciada flota.

En Europa, las compañías automotrices dotan a las fuerzas de seguridad locales con producciones autóctonas. En Italia, lo dicho, convenio entre Lamborghini con la Policía Estatal. Los carabinieris, gendarmes desplegados sobre las fronteras del país, viajan a bordo del Lotus Evora S, el mismo modelo que utiliza la policía del Reino Unido, región de origen de la casa automotriz. Lexus IS-F, Jaguar XF, McLaren 12c Spider, un Ferrari 612 Scaglietti o un modelo de Ariel Atom. Alguna vez se pensó que un Caparo T1 podía incorporarse a la Policía Metropolitana pero la presentación fue solo una maniobra publicitaria en el Salón del Automóvil de Londres en 2007.

Alemania es otro gran país proveedor de la industria. Un proyecto mancomunado entre el Ministerio de Transportes alemán y la Asociación Alemana de Automovilismo facilitó la entrega de vehículos de producción local en pos de garantizar el orden y la seguridad. Año a año, las firmas nacionales se alternar para equipar a la fuerza con patrullas personalizadas, con modificaciones especiales para estimular la campaña de dotación de instrumentos públicos. Mercedes-Benz Brabus Rocket CLS, Audi R8 GTR, Porsche 911 Carrera, el eléctrico Volkswagen e-Golf -todos productos de matriz bávara- patrullan las calles germanas.

La policía de Estados Unidos se nutrió históricamente de uno de los muscle cars más icónicos de la industria. El Dodge Charger merece una edición especial: enorme motor V8 HEMI de 5,7 litros y 370 CV, con tracción en las cuatro ruedas, capacidad de aceleración desde parado los 100 kilómetros por hora en seis segundos, paneles antibalas, suspensiones y asientos reforzados, frenos eficientes para dosificar las fuerzas de una policía típicamente norteamericana.

Japón, precisamente el Departamento de Policía Metropolitana de Tokio, incorporó en 2016 tres Nissan 370Z Nismo para patrullar las calles de la ciudad. Coupé de tracción trasera, monta un motor V6 de 3,7 litros y 344 CV y refuerza la fidelidad comercial entre las fuerzas de seguridad y los fabricantes automotrices del mismo país. Australia, por su parte, confeccionó una flota de autos de policía internacional. Entre sus unidades hay Audi RS4 Avant, HSV GTS, Volvo S60 Polestar, Mitsubishi Lancer Evo X, BMW i8. Modelos que minimizan a la nada los flamantes Peugeot 408 y Citroën C4 Lounge que la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires pintó de azul y negro para patrullar las calles porteñas.

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