La ecuación riqueza y excentricidad deriva en piezas automovilísticas de ribetes únicos. No hay límites en las fronteras de los ricos excéntricos. Sus caprichos de personalización y exclusividad elevan la fabricación de autos especiales. Cuando el capital abruma, no hay condiciones de customización que queden relegadas. El Koenigsegg Agera RS Gryphon de Manny Khoshbin es la combinación que ejemplifica: el deseo materializado de un multimillonario iraní con su deportivo.
El deportivo incorpora también un techo rígido extraíble que puede guardarse bajo el capó
La excepcionalidad de lo excepcional. El Agera RS Gryphon mezcla la inspiración mitológica con la obscenidad del oro. Manny Khoshbin es un magnate iraní que llegó a los 14 años a los Estados Unidos, que vivió en una camioneta, que vendía caramelos y nueces, que alcanzó una fortuna de más de cien millones de dólares en la industria de bienes raíces por talento, esfuerzo y dedicación. El one-off de Koenigsegg devela cómo 24 kilates de oro armonizan con el acabado en fibra de carbono.
Su nombre emula la criatura mítica que combina cuerpo y patas traseras de un león junto con cabeza, garras y alas de un águila. Techo, volante, paneles de las puertas, salidas de aire y costuras: el codiciado metal brilla en zonas delicadas del "hypercar". Recorre la panorámica exterior y la calidad del detalle del interior. El contraste entre el negro opaco del carbono con los elementos e inserciones en brillante oro incluyen insignias y logotipos: hasta el capó esconde en el recubrimiento del motor y los soportes finas tramas doradas. En el interior, el Agera RS Gryphon alterna tonos oscuros de la piel Alcantara, fibra de carbono pulida y aluminio anodizado. El exquisito trabajo fue hecho por el especialista italiano Ettore Callegaro de manera artesanal en la fábrica de la marca sueca en Angelholm. Un casco de competición personalizado, fabricado en fibra de carbono y adornado con detalles de oro, expresa el más puro y preciado lujo.
Aunque a la estética lo respalda un apartado mecánico de fuste. Monta un motor V8 Twin-Turbo capaz de alcanzar una potencia máxima de 1.360 CV. En compromiso con su peso en seco de 1.395 kilos, el capricho del multimillonario iraní amenaza el reinado del mayúsculo Koenigsegg One:1, un exclusivo deportivo del que solo se fabricaron siete unidades y cuya particularidad radica en la relación peso/potencia de un kilo por caballo de fuerza.
El Koenigsegg Agera RS Gryphon fue descubierto en el Salón de Ginebra, secundado por un par de modelos Regera encargados también por Manny Khoshbin, propietario de uno de los garage más admirados y fastuosos del mundo. Basta con ver su último chiche que ejemplifica su naturaleza: un hypercar vestido de fibra de carbono y maquillado con apliques de 24 kilates.
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