Una infracción de tráfico frenó las pruebas de los vehículos autónomos

Las autoridades del estado de California suspendieron las pruebas de los autos autónomos de Uber un día después de que estrenaran su servicio en tráfico abierto. La razón: haber cruzado un semáforo en rojo y no disponer de los permisos pertinentes

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El incidente abre un interrogante
El incidente abre un interrogante sobre la verdadera eficiencia en seguridad de los autos sin conductores

Contexto: autos circulan por calles de San Francisco hasta que un semáforo en rojo en un cruce peatonal interrumpe el tránsito. Cuatro segundos después de que la señal decretara el cese de la marcha, un Volvo XC90 vulnera la orden y avanza. No es la transgresión de un auto cualquiera que no respeta un semáforo en rojo: es la infracción de tránsito de un vehículo autónomo de Uber en el primer día de pruebas experimentales en tráfico abierto.

El incidente le valió un drástico apercibimiento. A pocas horas de lanzar su servicio de autos sin conductores en la ciudad de San Francisco, el Departamento de Vehículos Motorizados -DMV- de California declaró ilegal el despliegue de esta flota automatizada por no contar con los permisos pertinentes. La viralización de un video retratado por la cámara de un vehículo que sí se había detenido en el semáforo, más otras denuncias relativas a autos autónomos de Uber, sembraron dudas sobre la seguridad del prototipo y la eficiencia de su tecnología en situaciones reales.

"Es necesario que Uber tome todas las medidas para garantizar la seguridad del peatón", acusó el departamento a la compañía. "Si Uber no responde a la paralización de su lanzamiento, DMV iniciará acciones judiciales", advirtieron las autoridades. La solicitud de retirar de las calles sus autos robotizados se mantendrá hasta que reciban un servicio de prueba del DMV, una licencia que ya han obtenido compañías del calibre de Tesla, Google y BMW.

Un portavoz de Uber alegó que el incidente se debió a un error humano, puesto que el modelo que cometió la infracción vial no se encontraba en piloto automático y no trasladaba clientes. Desde la compañía insisten en que no necesitan ninguna habilitación de prueba puesto que la legislación vigente no puede aplicarse a vehículos autónomos. Anthony Levandowski, jefe del grupo de tecnología avanzada de Uber, defendió ante medios estadounidenses los beneficios de su producto en materia de prevención vial: "La mayoría de los estados son conscientes de los beneficios potenciales de estos coches, especialmente en seguridad vial".

En el estado de California,
En el estado de California, la flota de los Volvo autónomos de Uber quedó suspendida

San Francisco, de hecho, es la segunda ciudad norteamericana donde Uber experimentó la autonomía de sus autos. En septiembre de este año habían inaugurado el desafío en las calles de Pittsburgh. El servicio opera -o debería operar- con dos personas a bordo: una encargada de tomar posesión del vehículo en situaciones extremas y otra destinada a velar por la seguridad, registrar cualquier incidente y valorar la experiencia al volante.

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