El pasado de la industria automotriz tiene escrito en letras doradas algunos modelos que adquirieron la figura de míticos, emblemáticos, simbólicos por su influencia, su oportunismo, su personalidad. La historia distribuye en tiempos pretéritos una selección de autos transversales a su flujo, siempre dinámico, siempre fluctuante. La impronta, la presencia de algunos vehículos gloriosos quedó aparcada en el túnel del tiempo. Otros, los más afortunados, fueron sometidos a rejuvenecimientos, a modernizaciones con la premisa de reconquistar la épica de antaño.
Vuelven por la gloria. El mundo del motor es nostálgico. Se reedita. Hurga en el cajón de los recuerdos piezas de colección para reconvertirlas en unidades vanguardistas. Un ejercicio de diseño, tecnología e ingeniería que reconfigura la apariencia, la estética, la inteligencia de viejos mitos de la industria para reafirmar su huella histórica. Una clasificación de autos que incluyen al portentoso McLaren F1, al recordado DeLorean DMC-12, al viejo utilitario y al remasterizado Citroën e-Méhari, entre otros.
DeLorean DMC-12
Un ícono de la cultura pop ocupó los portales de noticias este año con un anuncio esperado: el DeLorean DMC-12 de la saga "Volver al Futuro" volverá a fabricarse. Se trata de un discreto deportivo de apenas 130 caballos de potencia que a pesar de nunca haber sido precisamente una bestia en calidad de prestaciones, su diseño peculiar y la popularidad de la película lo encumbraron en el olimpo de los autos. Recientemente la compañía DeLorean Motor Company abrió el plazo de preinscripción en su web para aquellos nostálgicos. La producción se limitará a un máximo de 325 unidades anuales que costarán entre 80.000 y 95.000 dólares.
McLaren F1
Durante diez años fue el auto de calle más rápido del planeta. El Bugatti Veyron le quitó el centro en 2005, pero desde su lanzamiento en 1992 el McLaren F1 se erigió en un superdeportivo de época. El mítico modelo renacerá de sus cenizas en 2019 luego de que McLaren Automotive confirmara que el prodigioso F1 será reeditado. Aún no se sabe precio, prestaciones, diseño, pero de las 106 unidades que se fabricarán ya están todas vendidas. El vehículo más parecido a un bólido de Fórmula 1 vuelve tras un cuarto de siglo de gloria.
Citroën e-Mehari
La firma francesa homenajeó su historia con un culto a la pintoresca década del '70. Construido sobre la base del Citroën 2CV, el Mehari era un vehículo irrompible, un modelo polivalente, de estirpe playera. Un compacto descapotable, ligero, robusto y extremadamente fiable del que se produjeron 144.953 unidades entre 1968 y 1988, incluyendo una versión 4×4 entre 1980 y 1983. El Citroën e-Mehari reproduce el concepto de auto de fin de semana, de estética juvenil, audaz, festiva, incluso respeta la austeridad de sus antepasados, aunque aggiornado, divertido y con una propulsión alternativa. El nuevo niño mimado de Citroën recibió el prefijo "e" por su motorización eléctrica y sustentable.
Chevrolet Camaro
La industria automotriz se recicla. El Camaro se lanzó en 1967 para rivalizar con el popular Mustang de Ford. En pleno auge de los muscle car, Chevrolet recurrió a un modelo que con el tiempo se convirtió en uno de los más identificados con el movimiento hot rod y con la estirpe norteamericana. Para 2002 su identidad cayó en desgracia hasta cesar su producción. Pero en 2006 regresó al compás de la tendencia de remasterizar antiguas modas. El Camaro siglo XXI se reinventó a sí mismo con un resultado exitoso, que le ha permitido mantener durante diez años una evolución y permanencia constante.
Mini
El Mini quizá sea uno de los mejores ejemplos de reedición de autos clásicos. Elevado al altar de los vehículos del pueblo en la segunda mitad del siglo XX por sus dimensiones reducidas, su utilidad, su fiabilidad, su condición asequible, de uso fácil y su calidad. Fabricado por Morris, sus cualidades y su diseño único lo convirtieron rápidamente en un auto de época. Pero luego de un declive de personalidad, se lo apropió BMW para aggiornarlo y transformarlo en un auto de culto histórico. Desde 2001 que el Mini postmoderno logró recrear una gama que conserva la silueta original y absorbe los últimos avances en tecnología, seguridad y habitabilidad.
Fiat 500
El bambino. Otro utilitario europeo que sirvió para movilizar al pueblo en época de posguerra. En la década del '30 Benito Mussolini había prometido una solución de movilidad asequible que terminó de materializarse en 1957. Un auto compacto eficiente que expandió su trascendencia hasta conquistar mercados inexplorados. Su producción total de casi cuatro millones de unidades decayó en 1975, año en que cesó definitivamente su fabricación. En 2007 Fiat recuperó el 500 como escudo anticrisis. Lo relanzó con la misma filosofía: un diseño cuidado, practicidad, modestia y accesible, pero moderno.
Volkswagen Beetle
Una idea de Adolf Hitler, el promotor de la necesidad de motorizar al pueblo alemán. De nuevo un utilitario resistente, eficiente y popular que adquirió tamaña popularidad que egresó de las fronteras locales para conquistar la escena del automovilismo mundial. Al poco tiempo el Beetle, el simpático escarabajo, ganaba su lugar privilegiado en la historia del motor. Su cotización en alza en el mercado de los usados invitó a Volkswagen a rejuvenecer el concepto y lanzar en 2001 el New Beetle, una reinterpretación del modelo original. Las nuevas generaciones extendieron la trascendencia de uno de los autos más influyentes de la historia.
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