El futuro se acerca. Vuelve el DeLorean DMC-12. En febrero el anuncio de que la compañía automotriz DMC Texas, actual propietaria de los derechos de la firma DeLorean Motor Company, prometía retomar la producción del mítico auto de la saga Volver al futuro y pronosticaba un escenario: acaba de habilitarse el período de reserva.
El fabricante boutique abrió el plazo de preinscripción en su web. El formulario es, sin embargo, no vinculante porque aún no se han establecido las características estándar de producción y las opciones de equipamiento. El sentido de esta apertura en lista de pre-órdenes es calificar a los interesados y otorgarles prioridad antes de que el proceso de solicitudes opere al público en general.
La producción del mítico automóvil de Marty McFly y el doctor Emmett Brown, interpretados por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, se limitará a un máximo de 325 unidades anuales. Esa cantidad es su mejor pronóstico debido a que aún su fábrica no puede satisfacer semejante demanda por año. Para 2017, su primer lanzamiento oficial, el volumen del DeLorean será sensiblemente inferior.
El nuevo modelo recuperará la nostalgia y la significación de un auto mito. Respetará casi todas las piezas del original, utilizará piezas genuinas y actualizará aquellas funciones que el viejo DeLorean DMC-12 padecía: un restyling del chasis, frenos más eficientes, refuerzos para la caja de cambios de cinco velocidades y la incorporación de un moderno propulsor. El motor original, un V6 2.8 desarrollado en conjunto por Peugeot, Renault y Volvo, es inviable hoy por restricciones en materia de ecología y será sustituido por otro V6 con más caballos de potencia (se estiman no menos de 300 CV).
Aún no se ha oficializado el costo total de la edición 2017 del auto de Volver al Futuro, aunque se presume que no bajará de los cien mil dólares. El vehículo repetirá el mismo diseño icónico y le atribuirá, por su cotización y escasa producción, un valioso sentido de exclusividad.
DeLorean Motor Company se acoge a la legislación estadounidense que posibilitó materializar este sueño. La "Low Volume Motor Vehicle Manufacturers Act" permitió que la compañía dejara de vender repuestos del modelo y restaurar las unidades originales para volver a crear DMC-12. Esta legislación recientemente aprobada habilita a los pequeños fabricantes a producir series cortas de unidades (325 por año) sin la obligación que someterse a los test de homologación, que abaratan mucho los costos.
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