Ferrari es una marca de culto. A los motores, a la deportividad, a la adrenalina, una fuente de pasión para los fanáticos del automovilismo más puro y genuino. Ferrari es un conducto épico transversal a la evolución de la industria, un canal modelo que apuntala el desarrollo mecánico de los autos y la asimilación a una identidad social, a un sentido de pertenencia.
Las pruebas en Fiorano resumen la dimensión histórica de la Scuderia. Desde hace 44 años y con una periodicidad anual, todas las obras concebidas en la mítica fábrica de Maranello se someten a estudios y mediciones en el pintoresco circuito ubicado a pocos metros de la planta. En un trazado de tres kilómetros con tamices mágicos, los pilotos de la firma italiana comprueban la calidad de prestaciones de los autos que honran el Cavallino Rampante. Evalúan la respuesta del motor, de la caja de cambios, del chasis, con la misma precisión y compromiso como si se tratara de un monoplaza de Fórmula 1.
La increíble vida de Enzo Ferrari, el fundador de los míticos deportivos 🚗🔝 https://t.co/GFFauNp6Id pic.twitter.com/C7wRktTPxk
— Tendencias (@InfobaeTrends) 17 de agosto de 2016
Para darle color y algo de morbo a estas mediciones, la compañía fundada por el legendario Enzo Ferrari comunica año a año cuáles son las Ferraris más veloces de la historia. Un recorrido que establece la ecuación distancia/duración y enumera los modelos más agresivos, salvajes y bestiales de la marca que se ha convertido en un culto.
Ferrari LaFerrari, Ferrari F12 TDF y Ferrari 488 ocupan el podio de los modelos de producción más rápidos de la prestigiosa firma italiana. Aunque pertenecen a la familia de los súper Ferraris, aún están varios segundos arriba de la Ferrari F2004, un bólido de competición conducido por Michael Schumacher que detuvo el cronómetro en exactos 0:55.999.
Los siete nacimientos en Maranello que pugnan por quedarse con la etiqueta de "la Ferrari más rápida".