Land Rover acentúa sus registros de fuerza, carácter y potencia. Postula una serie de adjetivos alineados bajo el concepto madre de autodeterminación, apelativo para superar cualquier adversidad en distintos tipos de terreno. La compañía británica, en pos de exacerbar ese sentido de vigor, quiso hacer gala de sus bondades convirtiéndose en la locomotora de un tren. El modelo Discovery Sport remolcó tres vagones en una demostración cabal del caudal de sus prestaciones.
El lanzamiento de la última creación de la marca británica prometió un desafío a su poder de tracción. El reto enfrentaba a un tren de 108 toneladas, el equivalente a lo que declara la balanza de Boeing 757 y la ecuación de levantar sesenta veces su propio peso. Para medir la sangre de su nuevo SUV Land Rover lo sometió a una prueba definitiva: ejercer de "locomotora" de un tren en el trazado de raíles de diez kilómetros de longitud que atraviesan la región del Rin, al norte de Suiza. Concretamente la Museumsbahn Stein am Rhein, que supone cruzar el río Rin sobre el puente de Hemishofen: un trazado de 248 metros de largo y 25 de alto.
Para alcanzar su cometido, la compañía reprodujo orgulloso un video de la potencialidad de su nuevo modelo. La única modificación de la Land Rover Discovery Sport 2016 original es la inclusión de unas ruedas estabilizadoras que la mantienen sobre las vías, aporte del especialista en tecnología para ferrocarriles Aquarius Railroad Technologies. La tracción delantera es estándar aunque como la firma también ofrezca opción de tracción a las cuatro ruedas con sistemas Efficient Driveline o Active Driveline.
Para cargar el lastre de más de 100 toneladas de peso en una distancia de diez kilómetros, la todoterreno precisó del motor diésel Ingenium de Jaguar Land Rover, capaz de erogar con su calidad de 2.0 litros turbo de cuatro cilindros una potencia de 180 caballos y 430 Nm de par máximo, característica prestacional que se consigue a través de una transmisión automática de nueve velocidades.
La cualidad offroad del modelo Discovery Sport no sólo lo sacó de la carretera, sino que lo llevó a cargar sobre su espalda el peso de tres vagones en una ruta de rieles. Para afrontar este reto, debió beneficiarse de elementos como el remolque todo-terreno de Land Rover y una tecnología semi-automática de conducción que gestiona la potencia del motor y el frenado en complementación. En simultáneo, el sistema ATPC (All Terrain Progress Control) intervino para conseguir la tracción necesaria a una velocidad establecida, funcionando como una regulación de crucero.
Así serán los autos en el 2116https://t.co/N1iPRJRF4e pic.twitter.com/Zhn4iSWWbz
— Tendencias (@InfobaeTrends) 23 de junio de 2016
Land Rover emula así otra hazaña similar de 1989, con el lanzamiento de su antecesor: el Discovery I. La firma británica rememoran su histórica adaptación ferroviarias, premios de sus ingenieros que viajan desde la época de las Serie II y IIA de Land Rover hasta los diversos modelos Defender que fueron modificados para circular por los raíles mientras realizan tareas de mantenimiento. Toda una historia signada por la potencia y la aventura.