La revolución del robot ya llegó, y no es necesariamente buena para las economías de los mercados emergentes.
A medida que la conversión a fábricas más automatizadas cobre mayor fuerza en países como los Estados Unidos, Japón y Alemania habrá menos trabajo subcontratado a países en vías de desarrollo, donde los costos de mano de obra son relativamente bajos, según un informe de Moody's Investors Service. El impacto será más severo en Hungría, República Checa, Eslovaquia, Vietnam, Malasia y Tailandia.
En la cultura popular el grueso de la ansiedad ante la robótica gira infundadamente en torno al temor de una rebelión violenta de ciborgs y la alta probabilidad de pérdida de puestos de trabajo en el sector obrero. Sin embargo Moody's plantea que los países en vías de desarrollo que dependen de la exportación de manufacturas podrían enfrentar una realidad dolorosa. Las fábricas automatizadas requieren una gran inversión inicial en tecnología, pero una vez que entran en marcha los costos operacionales pasan a ser mucho menores que en los centros de manufactura con personal de Europa Oriental y el Sudeste Asiático.
"A medida que la producción se vuelve integrada en todo el mundo, la llegada de la automatización en un país tiene impacto tanto dentro como fuera de sus fronteras", escribieron analistas de Moody's, entre ellos Samar Maziad. Si la adopción de la robótica es "positiva o negativa para un país en particular" dependerá de "cómo evolucionen las estrategias de inversión en el sector privado, las políticas gubernamentales y la dinámica del mercado laboral".
Los mercados emergentes más vulnerables a ser perjudicados por la automatización de fábricas son los que tienen un mayor porcentaje de exportaciones destinadas a las economías que adoptarán la tecnología y aquellos que producen productos con mayor probabilidad de ser fabricados con robots. Estados Unidos, China, Alemania, Japón y Corea del Sur constituyen el 75% de las compras globales de tecnología robótica, según Moody's.
Este es el panorama regional:
Europa
Entre 2013 y 2015, las exportaciones de productos manufacturados de alta tecnología representaron en promedio más de la mitad del producto interno bruto (PIB) en países como Hungría, República Checa, Eslovenia y Eslovaquia, según Moody's. Aproximadamente el 20% de las exportaciones de productos de alta tecnología va a Alemania, un usuario activo de robots.
Asia
Entre 2013 y 2015, las exportaciones de productos de alta tecnología representaron en promedio alrededor del 30% del PIB en Tailandia, 35% en Malasia y 31% en Vietnam, según Moody's. Una gran parte de esas exportaciones va a China, que ha centrado su política industrial en la robótica y es uno de los mayores compradores de los productos en el mundo. Las autoridades locales planean triplicar la cantidad de robots a 150 por cada 10.000 trabajadores humanos para 2020, según datos compilados por Bloomberg Intelligence.
América Latina
La región es probablemente el área mejor ubicada para resistir el cambio, pero México y Costa Rica son los países más vulnerables, según Moody's.