Mientras crece la preocupación sobre la condición de la Gran Barrera de Arrecife de Australia, que ha sufrido una decoloración generalizada de sus corales en los últimos años, los científicos encontraron daños similares en otros arrecifes del mundo, incluidos los del Océano Pacífico y el Mar Caribe. Una expedición reciente al Archipiélago de Chagos, una colección de al menos 60 islas pequeñas en el Océano Índico, reveló el devastador blanqueo y la muerte de corales allí también.
"En aguas poco profundas, por encima de los 15 metros y en lugares de hasta 20 metros, hemos visto una gran mortalidad en los corales, probablemente en algunos lugares de la región de un 90%", dijo John Turner, profesor de la Universidad de Bangor en Gales, quien lideró la expedición más reciente. "Es algo muy penoso de ver: estos arrecifes se habían desarrollado tan bien, y ahora los vemos comenzar desde cero, digamos".
Se cree que el arrecife sufrió eventos de blanqueo consecutivos en el 2015 y 2016, dijo Turner a The Washington Post. Los causaron las condiciones cálidas inusuales, como las influidas por el cambio climático y el fenómeno de El Niño, que fue excepcionalmente severo en el 2015. Los científicos encontraron que estas condiciones afectó a los arrecifes de coral de todo el mundo, aunque no todos terminaron tan mal como los del área de Chagos o la Gran Barrera de Arrecife de Australia.
La decoloración no significa la muerte automática de los arrecifes de coral. Es una reacción natural al estrés ambiental, como las altas temperaturas que ocasionan que los corales expulsen las diminutas algas que viven en su interior y les dan sus colores brillantes. Con tiempo suficiente, el coral regenerará sus algas y volverá a la normalidad. Pero estos episodios de blanqueo pueden debilitar los arrecifes al hacerlos más vulnerables a las enfermedades. Y si las condiciones ambientales fuertes duran lo suficiente, el coral podría comenzar a morir.
Antes del último episodio de blanqueo en el Archipiélago de Chagos, en 1997 y 1998 el fenómeno de El Niño ocasionó uno muy severo. Hubo que esperar hasta cerca del 2012 para que el arrecife de Chago se pudiera recuperar.
Ahora, dice Turner, el área de Chagos ha sufrido tanta muerte de coral que "el arrecife ha vuelto básicamente a los niveles del 1997-1998".
Esto hizo sonar una alarma sobre el futuro del archipiélago, especialmente en plena la preocupación creciente por el aumento en los niveles del mar en el mundo. "Si los arrecifes comienzan a morir, o se erosionan, por supuesto que estos atolones están en riesgo", dijo Turner. "La erosión comenzará a superar el crecimiento y veremos cómo estas islas comienzan a desvanecerse… Esa es la naturaleza de los atolones".
El Archipiélago de Chagos incluye una colección de atolones de coral. Uno de ellos, el Gran Banco de Chagos, es el atolón coralino más grande del mundo. Se encuentra en medio del Océano Índico, a medio camino entre la costa oriental de África y Singapur y a unos 300 kilómetros al sur de las Maldivas, la nación más cercana a la isla.
En la década de 19690 los habitantes originales fueron expulsados y trasladados a Mauricio y las Seychelles, para dar lugar a las bases militares. Existe una disputa sobre la soberanía de la isla entre Mauricio y el Reino Unido. Solo una isla del archipiélago —Diego García, la más grande— está habitada por personas, en su mayoría personal militar y contratistas.
Hasta hace poco, el área alrededor del Archipiélago de Chagos fue la zona marina más protegida del mundo. (Desde entonces ha perdido su título.)¡ Debido a esa protección, dijo Turner, "uno esperaría que estos arrecifes estuvieran en su estado original".
Gran parte de la importancia científica del archipiélago, dijo, es el hecho de que en su mayoría las islas están casi intactas debido al poco contacto humano. Esto convierte el lugar en un punto de referencia para los investigadores, donde se puede observar el efecto de procesos como el cambio climático sin el ruido adicional que conllevan las actividades humanas como la pesca o la construcción.
"En realidad, hemos aprendido que los episodios de blanqueo ocasionados por el calentamiento del océano afectaron a estos arrecifes como a cualquier otro", dijo Turner.
Las muestras que tomó la expedición revelaron que alrededor del 90% de todos los corales que se hallaban en aguas poco profundas en el archipiélago han muerto. En aguas más profundas, la mayoría de los corales sobrevive, aunque hay amplia evidencia de blanqueo, dijeron los investigadores.
Turner se mantiene optimista sobre la capacidad del conjunto para recuperarse. "Estamos viendo que muchos corales jóvenes comienzan a crecer en estos arrecifes", dijo. "Es una buena señal".
Sin embargo, un punto de preocupación es que muchos de estos corales jóvenes se instalan en las estructuras de los corales muertos, que eventualmente se podrían romper, dijo Turner. A largo plazo, más episodios de decoloración podrían devastar aún más a un arrecife ya debilitado. Como se espera que el cambio climático ocasione cuadros severos de calentamiento global cada vez con más frecuencia, los científicos comienzan a preocuparse porque muchos arrecifes alrededor del mundo no tendrán el tiempo suficiente para recuperarse entre uno. Este es uno de los problemas que enfrenta la Gran Barrera de Arrecife.
Turner señaló, sin embargo, que como el Archipiélago de Chagos está tan alejado de la civilización y ha gozado de protección durante años, ha eludido algunos de los efectos perjudiciales de la influencia humana, como la pesca indiscriminada o el daño que causan botes y buzos que han plagado otros arrecifes, incluyendo la Gran Barrera de Arrecife en Australia. Como resultado, dijo, hay esperanza de que el coral allí pueda ser más fuerte que en otros lugares.