Caracas, enviado especial.
De larga trayectoria en la radio, la TV y la prensa venezolana, Nelson Bocaranda es el periodista que ha denunciado con más persistencia y precisión las tropelías del chavismo. Desde su programa radial y su columna "Runrunes" (ahora convertida en su propio sitio web), fue alertando sobre negocitos, negocios y negociados, lo que le valió la furia del régimen. Uno de sus hitos fue la descripción pormenorizada del avance de la enfermedad que llevó a Hugo Chávez a la muerte, mientras el gobierno la negaba. El chavismo nunca se lo perdonó.
Durante estos años, el gobierno forzó el cierre de decenas de medios de comunicación en Venezuela. Los que quedaron, son víctimas cotidianas de la censura y la autocensura. Por estos días, las licencias radioeléctricas están vencidas y los canales de TV y las estaciones de radio sobrevivientes operan con permisos precarios mientras no molesten demasiado al régimen. Unión Radio, la cadena en la que Bocaranda encontró su refugio en los últimos años, está bajo una intensa presión. La empresa acordó hace pocos días con el conductor que adelantara sus vacaciones, con el compromiso de que regresará al aire después de los comicios regionales previstos para el mes próximo. Antes de tomarse ese descanso, Bocaranda, de 72 años, recibió a Infobae en los estudios de la emisora en Caracas.
-¿Cómo describiría la situación de Venezuela hoy?
-Yo espero que sea un purgatorio y no un infierno. Del purgatorio podemos salir. Y creo que saldremos a pesar de estar tan quemados y con tantas situaciones tan difíciles. Este gobierno no entiende el mundo, ni la economía, ni la humanidad, ni la salud de los compatriotas, ni nada. En este purgatorio estamos pagando las culpas de los años del chavismo. Estos lodos vienen de aquellos barros.
– ¿Cómo se sigue después de 126 días de protestas en las calles, tras los cuales el gobierno llevó adelante la Constituyente como si nada hubiera pasado?
-Si tu ves esto desde afuera, es surrealista. Pero esta gente, que tiene 18 años en el gobierno, con un esquema de represión, de atacar a las libertades, con el apoyo cubano, lograron ir tomando todo. Unieron la maldad, el resentimiento, la voracidad para acabar con todo y luego la voracidad para disfrutarlo. Y lo grave es que el tesoro nacional se privatizó para ellos. Ahí están los negocios con Odebrecht, los negocios en Argentina con (Julio) De Vido y los Kirchner. Cosas que denunciamos muchas veces, pero todo se tapaba con dinero, con armas y con violencia. Las dictaduras tradicionales, como la de Pinochet, imponían un toque de queda a las 8 de la noche, estas neodictaduras imponen el toque de queda con la violencia de su gente. Crearon los colectivos armados, que son el hampa oficial. Eso fue creciendo y, aunque son minoría ahora, y cada vez mas minoría, cada vez están mas duros.
-¿Y cómo se sale de ese espiral?
-Uno siempre apuesta a que haya una elección. Como saben que van a perder, no quieren elección. Hay una propuesta para que Zulia, Táchira, Apure, Bolivar, todos los estados fronterizos, no vayan a hacer elecciones porque necesitan que los militares gobiernen eso para controlar el hampa y el narcotráfico, cuando los capos del hampa y el narcotráfico son ellos.
-Y entonces, de nuevo: ¿Cuál es la salida?
-Todos esperamos que no sea violenta. La protesta popular puede no haber tenido resultados internos pero al menos el mundo se dio cuenta finalmente de lo que estamos viviendo. Maduro ya no puede ir a ninguna parte…. Uno apuesta a una elección con una batida democrática.
-¿Una elección con qué reglas?
-Bueno, el Consejo Electoral debería cambiarse…. Pero, como dice el refrán, deseos no empreñan.
-¿Cómo evalúa el papel del papa Francisco?
-El Papa fue engañado por el gobierno venezolano. La propaganda del regimen es extraordinaria y convirteron al Papa en el malo en vez de a Maduro.
-¿Cree que es posible todavía una salida democrática negociada?
-Creo que debe haberla. Yo cubrí la salida negociada de Vietnam. Con viajes secretos de (Henry) Kissinger. Tiene que haber actores internacionales, desde ya. Lo que pasa es que el gobierno se buscó a (José Luis) Rodriguez Zapatero, que no es confiable, que hizo negocios con este gobierno y con Chávez, que está enfrentado a Felipe González que sí es un tipo extraordinario que conoce la situación y es el que más nos ha ayudado con la Internacional Socialista. Y además tiene que participar gente del chavismo que entiende la situación, que sabe que la Asamblea Constituyente es una farsa ilegal.
-¿Le dolería que el acuerdo para una salida incluyese algún tipo de amnistía para los principales funcionarios, después de haber investigado y denunciado tanto la corrupcion del gobierno?
-Con los que no han estado involucrados en asesinatos y crímenes, algo va a haber que hacer. Seguramente, habrá que taparse la nariz y mirar hacia un costado. Porque aquí hay 500 tipos que son los que han manejado el pais a su antojo y se robaron todo. Pero además, está metido el narcotráfico al más alto nivel y por eso no podemos solucionarlo sólos. Tienen que venir negociadores del exterior. No una invasión, claro, pero sí negociadores serios. [El empresario de medio venezolano] Gustavo Cisneros dice que hay que meter a Cuba, Estados Unidos y Colombia en la negociación. A Cuba hay que dejarle algo del petróleo porque es su manera de sobrevir y Trump no le va dar nada.
-¿Es posible un quiebre en las Fuerzas Armadas que desplace a Maduro?
-El problema es que los golpes de Estado ya no los acepta nadie en el mundo.
-¿Pero hay cohesión total en el Ejército? Algunos creen que podría haber un golpe de palacio dentro del mismo chavismo para correr a Maduro y poner a otro.
– Es un interrogante muy grande porque los jefes han robado todos. Chávez les permeó todo el dinero del tesoro para estar seguro de que no le iban a hacer nada. Todas las instituciones con manejo de dinero se las dio a los militares. Están quebrados los de abajo, pero arriba siguen mandando y haciendo lo que quiere Maduro.
– ¿Se imagina a Nicolás Maduro entregándole el poder a un nuevo presidente de la oposición?
-No, creo que ese día se enferma, le da un ataque y deja al vicepresidente para que lo haga.
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