Luisa Ortega Díaz, la fiscal general destituida por la Asamblea Constituyente chavista, reveló este miércoles que recibió ayuda de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para salir del país, a la vez que habló de la posible reanudación del diálogo entre gobierno y oposición y reiteró que otorgará pruebas de la corrupción del régimen ante los organismos internacionales.
"Recibí la ayuda de muchos venezolanos, incluso funcionarios de la GNB que me trasladaron de Caracas a otro sitio. Los detalles no los puedo decir porque ha sido una persecución con los que presumen me ayudaron", relató la funcionaria en una entrevista con el canal colombiano NTN24.
La ex fiscal, que tras su salida de Venezuela en agosto comenzó una gira internacional para denunciar la corrupción y los abusos de la dictadura de Nicolás Maduro, explicó también las razones por las que no aceptó asilo político de los países que se lo ofrecieron.
"Si yo acepto el asilo de algún país, de acuerdo a las normas internacionales estaría muy limitada a hacer muchos pronunciamientos que necesito hacer", afirmó.
Por otra parte, la funcionaria reiteró que otorgará expedientes y pruebas de la corrupción ante los organismos internacionales hasta obtener resultados. "Todos estos expedientes los tenemos registrados a los fines de acudir a organismos internacionales", dijo.
También, volvió a hablar del supuesto pago de sobornos por parte de la constructora brasileña Odebrecht al poderoso número dos de la dictadura, Diosdado Cabello. En la entrevista Ortega aclaró que fueron los primos de Cabello quienes recibieron fondos de la transnacional. La funcionaria había estimado en 100 millones de dólares el monto del soborno.
Respecto a la reanudación del diálogo en Venezuela, afirmó que las conversaciones no tienen que ser solamente entre gobierno y oposición. "En el diálogo hay que oír a la Iglesia, a las universidades, a las organizaciones sociales", consideró.
El gobierno de Nicolás Maduro y la opositora Mesa de Unidad Democrática anunciaron el envío, este miércoles, a República Dominicana de delegados para entablar un diálogo por invitación del presidente de ese país, Danilo Medina, y del ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Ortega fue destituida de su cargo el pasado 5 de agosto por la Asamblea Constituyente, que la acusó de haber cometido "actos inmorales", una acción que para la ex fiscal fue un paso más del gobierno de Nicolás Maduro hacia el establecimiento de una dictadura. La ex oficialista fue acusada por el chavismo de traición.
La ex fiscal cuenta con el apoyo de la Asamblea Nacional de Venezuela (Parlamento, de mayoría opositora) y de numerosos gobiernos de la región y del mundo, y advirtió que teme por su vida ante las amenazas de dirigentes chavistas.
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