Hacer declaraciones en contra de la Asamblea Constituyente convocada por el régimen de Nicolás Maduro y un supuesto plan de fuga son las razones que ha esgrimido el gobierno venezolano para explicar la nueva detención de los dirigentes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, ocurridas esta madrugada.
Elías Jaua, una de las figuras centrales del régimen y actual presidente de la Comisión para la Asamblea Constituyente, fue la primera voz del gobierno venezolano en hablar del tema.
"Entiendo que se debe a la violación de las medidas cautelares de casa por cárcel", dijo Jaua en declaraciones a la cadena de televisión VTV. "Estas personas, cuando les fue dada la medida alternativa de casa por cárcel tenían limitación, restricción de declaración política, de la emisión de mensajes, sobre todo si esos mensajes llaman al desconocimiento de las instituciones, al desconocimiento de los resultados [de la elección para la Asamblea Constituyente]".
"Todo ciudadano que tiene una medida sustitutiva, tiene unas restricciones que debe cumplir. Si las incumple, vuelve a la situación inicial de ser privado de su libertad en un centro penitenciario", agregó.
"Si se pretende revocar la medida de casa por cárcel por declaraciones que emitió o por las reuniones que tuvo en su casa, también sería un acto totalmente arbitrario", dijo Gutiérrez, quien denunció que el procedimiento no fue acompañado de una orden judicial y tampoco permitieron asistencia de la defensa.
Mientras tanto, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela aseguró hoy que Ledezma y López planeaban fugarse y por ello les fue revocado el arresto domiciliario en que se encontraban y fueron llevados de vuelta a la cárcel.
“Se recibieron por fuentes de inteligencia oficial, información que daban cuenta de un plan de fuga de dichos ciudadanos, por lo cual y con la urgencia del caso, se activaron los procedimientos de resguardo correspondientes”, reza una nota del Alto Juzgado dominado por magistrados chavistas, que no dio más detalles de cómo habrían podido fugarse ambos dirigentes de sus domicilios fuertemente vigilados por las fuerzas policiales del régimen.