Dos propósitos sacaron a los venezolanos este lunes de sus casas en una jornada laboral libre en ese país: protestar en los centros de votación contra las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente y abastecerse preventivamente de combustible y alimentos para la huelga de dos días pautada para esta semana.
El miércoles y jueves hay programado un paro general de 48 horas que aspira a detener toda actividad en las calles del país para presionar al presidente, Nicolás Maduro, a que retire la Constituyente.
Ante esta convocatoria, las gasolineras fueron escenario de largas filas de autos abasteciendo combustible y numerosos supermercados de Caracas cerraron con más estanterías vacías de lo habitual, después de que muchos habitantes hicieran acopio de alimentos y otros productos básicos.
La Embajada de Estados Unidos en Venezuela pidió a sus ciudadanos tomar medidas "preparatorias apropiadas" de cara al paro cívico e instó a evitar las zonas donde se desarrollan diariamente manifestaciones antigubernamentales.
"Aconsejamos tomar las medidas preparatorias apropiadas, incluyendo recolectar suficiente comida y agua por 72 horas", informó la Embajada en su portal web.
La oposición ya atrancó ciudades de todo el país el pasado jueves, con un paro de 24 horas en el que se cortó el tráfico en multitud de calles y avenidas, en una jornada durante la cual murieron cinco personas y más de 360 fueron detenidas.
Esta semana continúa escalada de la protesta. ¡No vamos a permitir que se efectúe el fraude constituyente y lo lograremos en UNIDAD! pic.twitter.com/K7adIOZiIW
— Unidad Venezuela (@unidadvenezuela) July 23, 2017
Además, y como parte de la agenda de protestas de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en rechazo a la Constituyente, decenas de opositores venezolanos acudieron el lunes con pancartas a los centros de votación previstos para las elecciones de este proceso el próximo domingo.
Grupos de vecinos empapelaron las paredes de estos recintos con lemas contra el "fraude constituyente" y llamadas a la renuncia de Maduro.
Uno de los objetivos del llamado "pancartazo" fue exigir a los militares encargados de custodiar los procesos electorales del país que no apoyen esta convocatoria de redactar un nuevo ordenamiento jurídico.
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