La profunda crisis que atraviesa Venezuela hace que miles de personas -desesperadas por la falta de alimentos y medicinas- deban abandonar el país que los vio nacer para buscar un futuro mejor en otro lado del mundo. Ese es el caso de los que se fueron hacia España o Brasil, los dos destinos más elegidos por los venezolanos.
De acuerdo al informe anual presentado este viernes por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), el país sudamericano se convirtió el año pasado en el principal lugar de origen de los demandantes de asilo en España, con 3.960 personas. Lo más llamativo es que está por encima de Siria, en guerra desde 2011; y Ucrania, país sumido en otro conflicto armado desde 2013.
La cifra de 3.960 venezolanos que solicitaron asilo en España cobra mayor relevancia si se la compara con los 596 solicitantes en 2015 y con los sólo 19 que pidieron asilo a comienzos de esta década.
De acuerdo a lo difundido por CEAR, la mayoría de los solicitantes venezolanos pertenecían a la clase media, fundamentalmente docentes, periodistas, funcionarios o empresarios, y lo hicieron argumentando una persecución política por su posición contraria al gobierno de Nicolás Maduro.
El caso de los venezolanos en Brasil
Cerca de 6.000 venezolanos solicitaron refugio en Brasil durante el primer semestre de este año, una cifra que dobla la registrada durante todo 2016 y refleja la profunda crisis de la nación petrolera, de acuerdo a datos de la Policía citados por el periódico O Globo.
Las autoridades brasileñas recibieron el año pasado 2.230 pedidos de refugio, frente a los 5.787 registrados en los primeros seis meses de este año, lo que supone un aumento del 159 % en la mitad de tiempo, de acuerdo con la Policía Federal del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, que en 2015 gestionó tan sólo 230.
Este último balance está próximo a sobrepasar las 6.000 solicitudes proyectadas para todo 2017 debido al agravamiento de la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela y que ha provocado un mayor flujo de personas hacia Brasil vía Roraima.
Hasta este marzo, la cifra era de poco más de 1.000, pero entre abril y mayo se formalizaron, según la Policía Federal, 3.773 pedidos de refugio, periodo que coincide precisamente con la ola de protestas en contra del chavismo.
Venezuela vive desde el pasado 1 de abril manifestaciones prácticamente diarias, algunas de las cuales han derivado en hechos violentos que han dejado más de 80 muertos y 1.000 heridos.
Ante la avalancha de pedidos de refugio, la Policía Federal de Roraima trabaja con una fuerza especial de agentes de refuerzo dentro del Departamento de Inmigración para atender a tiempo todos los casos.
Una vez realizada la solicitud, el trámite continúa en el Comité Nacional de Refugiados, que analiza cada caso y emite una respuesta, que, en caso de ser negativa, obliga al extranjero a dejar de inmediato el país.
Pedir el estatus de refugiado es la única salida que les queda a los inmigrantes venezolanos ya que no pueden acogerse en este momento al Acuerdo sobre Residencia de Nacionales de los Estados Partes del Mercosur, pues su país "está actualmente suspendido" del bloque regional.
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