El pasado jueves 8 de junio el papa Francisco recibió en el Vaticano a los seis obispos venezolanos para tratar el tema de la profunda crisis que atraviesa el país caribeño. Durante el encuentro, los miembros de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), le entregaron un detallado informe sobre los muertos por la brutal represión del régimen militar de Nicolás Maduro en los últimos dos meses de protestas, y cifras de la alarmante crisis humanitaria que afecta al país.
En la reunión participaron el presidente de la CEV, el arzobispo de Cumaná Diego Rafael Padrón Sánchez; el vicepresidente y arzobispo de Barinas Luis Azuaje Ayala; los obispos de San Cristóbal, Mario del Valle Moronta Rodríguez, y de San Felipe, Víctor Hugo Basabe; el cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, y el cardenal arzobispo de Mérida, Baltasar Porras Cardoso.
Los religiosos aclararon al Sumo Pontífice que la lucha interna en Venezuela no se trata de un enfrentamiento "entre derecha e izquierda", sino más bien, "una lucha entre un gobierno que se ha convertido en una dictadura (…) y un pueblo que clama por la libertad y busca desesperadamente el pan, medicinas, seguridad, trabajo y elecciones justas", según consigna The Economist.
El encuentro tuvo lugar en medio de las críticas al Papa, a quien se le reclama mayor firmeza ante los abusos y violaciones a los derechos humanos por parte del régimen chavista.
Estas críticas aumentaron en los últimos tiempos luego de que Francisco declarara, a la vuelta de su viaje por Egipto, que la oposición venezolana estaba dividida.
Durante su reunión en el Vaticano, los obispos también hicieron mención, y rechazaron, "el plan innecesario, inexplicable y peligroso" del presidente Maduro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que, de acuerdo a los términos planteados por el chavismo, se está manejando por fuera de lo establecido por la Constitución nacional.
De acuerdo a The Economist, los miembros del CEV explicaron al Papa que el verdadero objetivo detrás de esta iniciativa, es la imposición de una dictadura militar "a través de medios supuestamente constitucionales".
A fines de 2016, el Vaticano intercedió y llamó al chavismo y a la oposición a un diálogo. Pero la poca predisposición del oficialismo llevó a un punto de no retorno en las negociaciones.
En aquel entonces el enviado de la Santa Sede fue Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien se mostró muy crítico del régimen bolivariano. El cardenal incluso envió una carta al presidente venezolano para pedirle la liberación de los presos políticos, el respeto a la Constitución, y elecciones justas. Desde el chavismo, no atendieron ninguno de esos llamados.
Sin embargo, su sucesor como nuncio papal en Caracas, Aldo Giordano, mantuvo una postura más suave con el chavismo. "Y el papa Francisco a veces parece escuchar a Giordano", apuntó el medio británico.
Ante este panorama, la visita episcopal de la última semana "fue una forma educada de preguntarle al papa Francisco si la Santa Sede está junto a ellos".
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