Según detalló el opositor, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, anunció el miércoles que por instrucción presidencial se ha elevado a una segunda fase el Plan Zamora en el estado Táchira (oeste), implementado hace un mes por el Ejecutivo para "mantener el orden interno", y dijo que enviará más de 2.000 soldados a la zona.
"En la fase dos, el Gobierno va a iniciar…, ya lo viene haciendo pero ya formalmente les notifica a todos sus comandos que la fase dos significa el uso de grupos paramilitares como fuerza de choque para acabar con las protestas, con las manifestaciones", afirmó hoy Capriles en rueda de prensa.
El opositor, dos veces candidato a la presidencia de Venezuela, afirmó que tras esta decisión gubernamental, "ha habido un incremento en el número de personas asesinadas" en escenarios de protesta, y remarcó que sólo en el estado Táchira se han registrado cinco víctimas mortales.
Dijo que el Gobierno había concertado reuniones con jefes militares esta semana para comunicar esta decisión y aseguró que hacía esta denuncia luego de recibir información de funcionarios castrenses descontentos con la Administración de Nicolás Maduro.
"Dentro de la Fuerza Armada también hay un proceso de fractura importante, (…) siguen aumentando las divisiones internas", prosiguió Capriles, que ha denunciado la supuesta detención de un centenar de uniformados por haberse manifestado contra el Gobierno.
El ministro de Defensa explicó el miércoles que esta segunda fase del llamado Plan Zamora, de la que se desconocen detalles, se había activado por los "ataques sin precedentes" a "una instalación militar" y varias estaciones policiales en el estado Táchira, limítrofe con Colombia.
Dijo que unas 100 personas "asediaron" al grupo de artillería de campaña del Ejército "tirando bombas molotov dirigidas exactamente adonde están las bombonas de gas", con el consiguiente riesgo de explosión de toda la instalación militar.
En el país caribeño se desarrolla una ola de manifestaciones en contra del Gobierno de Maduro, algunas de las cuales han degenerado en hechos de violencia que han dejado un saldo de 59 muertos y cientos de heridos y detenidos.
Tanto opositores como oficialistas se han acusado mutuamente de la responsabilidad de estas muertes, aunque hasta el momento se desconoce todavía la autoría de la mayoría de estas.
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