Fuertes disturbios en Táchira y Los Teques tras las protestas contra el régimen militar de Nicolás Maduro

Una unidad militar fue asaltada en la localidad de La Grita, en en el estado fronterizo con Colombia, mientras en la ciudad de Miranda se reportó un herido. El chavismo empezó este miércoles a militarizar Táchira, una medida que fue rechazada por el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges

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El estado de Táchira fue escenario durante la noche del miércoles de saqueos y fuertes disturbios, en una agudización de la violencia que ya deja 56 muertos en casi siete semanas de protestas opositoras.

Como reacción, y tras el anuncio del ministro de Defensa, Padrino López, el régimen de Nicolás Maduro empezó durante la noche a militarizar el estado.

"He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales", anunció el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.

Maduro denunció la noche del miércoles que "paramilitares" de la oposición intentaron asaltar una unidad militar en la localidad de La Grita, en Táchira. Sin embargo, los dichos del mandatario no fueron confirmados por otras autoridades estatales, mientras varios testigos reportaron la presencia de motorizados armados.

Un joven de 15 años murió en los disturbios del martes en Táchira, con lo que subieron a 56 los muertos en estas protestas, que se convirtieron en las más trágicas de los años recientes en Venezuela, al igualar el número de víctimas de las movilizaciones contra Maduro ocurridas entre febrero y mayo de 2014.

Saqueos y otros focos de violencia también ocurrieron esta noche en Los Teques, en el estado de Miranda. Allí, el periodista Daniel Murolo reportó un herido.

El presidente del Parlamento, de mayoría opositora, Julio Borges, rechazó la medida de militarizar el estado de Táchira y pidió a la Fuerzas Armada "ponerse del lado del pueblo y no dejarse utilizar por Maduro".

Las protestas tienen como combustible un grave deterioro económico y social en el país petrolero, con severa escasez de alimentos y medicinas, la inflación más alta del mundo y una criminalidad desbordada.

Con velas, linternas o con la luz de celulares, miles de opositores honraron a los muertos en las protestas, en concentraciones en el este y oeste de Caracas pese a la inseguridad de la noche, en un país con 70 asesinatos por cada 100.000 habitantes, ocho veces el promedio mundial.

La oposición exige elecciones generales y rechaza una Asamblea Constituyente convocada por Maduro, al señalar que es un "fraude" para perpetuarse en el poder.

Las protestas dejan unos 700 detenidos, de ellos, 159 presos, por orden de tribunales militares, según la ONG Foro Penal.

El jueves, los opositores marcharán hacia la sede del Ministerio de Interior, y el sábado se manifestarán en todo el país.

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