En medio de la creciente tensión en Venezuela por la brutal violencia de las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro contra la población civil que se moviliza pacíficamente desde principios de abril, en las últimas horas se abrió un nuevo capítulo en la trama que vincula al gobierno bolivariano con el tráfico de drogas.
Un documento de cinco páginas, firmado por la fiscal de la Corte Federal Este de Nueva York, Loretta Lynch, revela la presunta participación del ministro del Interior, Justicia y Paz, Néstor Luis Reverol en actividades vinculadas al narcotráfico. Las acusaciones también salpican a Edylberto Molina por los mismos crímenes.
En su descargo, los fiscales norteamericanos señalan que los presuntos delitos fueron cometidos entre enero de 2008 y diciembre de 2010 mientras Reverol y Molina se desempeñaban como Director y Subdirector de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA), respectivamente.
Los funcionarios chavistas, junto con otros dirigentes del régimen bolivariano, "conspiraron consciente e intencionalmente en la transportación de cargamentos de cocaína sabiendo que esta droga sería importada a Estados Unidos", indica el fallo.
En la acusación también se hace referencia a "pagos de traficantes" a la cúpula de la ONA "a cambio de información y protección" para transportar la droga por el territorio venezolano.
Asimismo, el expediente explica con detalles cómo era el recorrido de la droga. Éste salía de Colombia, se trasladaba con total libertad por Venezuela, y luego era transportada a México y Centroamérica. Finalmente, su último destino era Estados Unidos.
El documento que reposa en los archivos de la Corte de Nueva York señala cada una de las actividades criminales que Reverol y Molina habrían realizado durante su paso por la ONA.
Previo a cualquier operativo antidrogas, los cárteles eran avisados de los allanamientos y así movilizaban los cargamentos de los lugares donde los tenían almacenados. A su vez, también proporcionaban información sobre rutas. Los narcotraficantes recibían datos sobre los puntos de control antidrogas y cambiaban sus planes de movilización a través de caminos más seguros.
De acuerdo a las autoridades norteamericanas, Reverol y Molina también cancelaron investigaciones. Es decir, los seguimientos que se realizaban sobre el trabajo de los cárteles de la droga en Venezuela eran suspendidos o se les ponían trabas con el objetivo de proteger a las organizaciones narcotraficantes.
Otro punto que figura en las acusaciones es la liberación de detenidos. Individuos arrestados por vínculos con el tráfico de drogas eran puestos en libertad por órdenes expresas de los ex directores de la ONA. Asimismo, impedían arrestos y deportaciones.
Desde hace varios años, la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) investiga los vínculos entre el Cártel de los Soles y funcionarios del régimen chavista. Mientras Maduro intenta aferrarse al poder por medio de la violencia, persecución y atropellos a la Constitución, salen a la luz nuevas revelaciones sobre la influencia del gobierno bolivariano en el tráfico de drogas en la región.
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A continuación, el documento completo de la Corte neoyorquina: