Lilian Tintori fue recibida por el mandatario brasileño Michel Temer para dialogar sobre los presos políticos en Venezuela

“Estamos con el pueblo venezolano que exige democracia”, aseguró el presidente durante la reunión en el Palacio de Planalto, y expresó su deseo de que Leopoldo López pueda estar “junto a su familia, en un clima de armonía y libertad”

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"Nos reunimos con el presidente de Brasil, Michel Temer. Es la primera vez en 18 años que los venezolanos somos recibidos en el Palacio del Planalto", informó la activista Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, que purga una pena de casi 14 años años de cárcel.

La opositora venezolana declaró que llegó a Brasil en representación de su marido, de los presos políticos en su país y de "todos los que luchan por la libertad".

Tintori, que viajó a Brasilia junto a la madre de Leopoldo López, contó que el presidente Temer y sus ministros escucharon con atención las razones por las que los opositores venezolanos se mantienen protestando pacíficamente en las calles. Y afirmó que el mandatario le respondió: "Estamos con el pueblo que exige democracia".

Durante el encuentro con Lilian Tintori y Antonieta López, el mandatario "destacó el firme apoyo de Brasil a la democracia y los derechos humanos en Venezuela", indicó su portavoz en un comunicado. Consideró "fundamental poner fin a los encarcelamientos políticos, garantizar las libertades individuales, respetar la independencia de poderes y definir y cumplir un calendario electoral".

Expresó igualmente su deseo de que Leopoldo López pueda estar "junto a su familia, en un clima de armonía y libertad en Venezuela".

Venezuela vive una grave crisis económica y política, agudizada en las últimas semanas por protestas opositoras para exigir elecciones generales, que han dejado unos 40 muertos.

"Estamos en Brasil denunciando que esto es lo que está pasando el Venezuela. La represión inhumana de la dictadura", dijo Tintori.

El gobierno de Michel Temer ha sido muy crítico con la gestión de Maduro, a diferencia de la cercanía que tenían con el chavismo los gobiernos izquierdistas de la depuesta Dilma Rousseff (2011-2016) y su antecesor Lula da Silva (2003-2010).

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