El papa Francisco hizo este domingo un llamamiento al gobierno y a la sociedad de Venezuela para evitar que haya más violencia, al pedir respeto de los derechos en un país en "grave crisis humanitaria".
El pontífice instó además a intentar "soluciones negociadas" para esa crisis horas después de que, a su regreso desde Egipto, afirmara que la reanudación del diálogo político entre Gobierno y oposición debe hacerse "en condiciones muy claras".
Antes del rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro delante de unas 70.000 personas el papa pidió específicamente que "se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está golpeando a la población" del país.
"No cesan de llegarnos noticias dramáticas acerca de la situación en Venezuela, con numerosos muertos, heridos y detenidos", comenzó a decir el papa sobre la situación en el país sudamericano bajo el régimen chavista.
"Mientras me uno al dolor de los familiares de las víctimas, para quienes ofrezco oraciones de sufragio, envío un cordial llamamiento al Gobierno y a todos los componentes de la sociedad venezolana para que se eviten nuevas formas de violencia", dijo.
El pontífice dijo en su alusión a Venezuela que confía a "la santísima Virgen María la intención de la paz, la reconciliación y la democracia en aquel querido país".
El llamamiento de Francisco se produce solo horas después de las palabras que pronunció el sábado en el avión en el que regresó a Roma desde El Cairo en relación con la situación en Venezuela.
Fue cuando consideró que un nuevo intento de diálogo político en ese país, como en el que recientemente ha participado el Vaticano, debe producirse en "condiciones muy claras".
El pontífice dijo que los ex presidentes que ya intervinieron como facilitadores entre las autoridades y la oposición -el español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos, el colombiano Ernesto Samper y el dominicano Leonel Fernández, "están insistiendo" para volver a intentarlo.
Los mediadores presentaron a finales de enero una propuesta para reactivar el proceso, que la oposición desechó. "Hubo una intervención de la Santa Sede, bajo pedido fuerte de los cuatro presidentes que estaban trabajando como facilitadores, y la cosa no resultó, y quedó ahí", contó el papa sobre ese intento.
"No resultó porque las propuestas no eran aceptadas o se diluían; era un sí, sí, pero no, no…todos conocemos la difícil situación de Venezuela, es un país al que yo quiero mucho", agregó Bergoglio.
"Todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo con las garantías necesarias, si no, jugamos 'tin tin pirulero'", dijo el pontífice argentino utilizando una expresión coloquial que se emplea cuando se quiere señalar que algo es poco serio.
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