La Asamblea Nacional de Venezuela respaldó el martes la activación de la Carta Democrática Interamericana (CDI) y exhortó al Consejo Permanente de la OEA a que active los mecanismos para garantizar las elecciones y que se atienda con urgencia la crisis que enfrenta el país. Tres días después, este viernes, 14 países miembros del organismo pidieron a Venezuela en una declaración conjunta que libere a sus "presos políticos" y establezca un calendario electoral.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien esta semana equiparó a Venezuela con una "dictadura", emitió la semana pasada un voluminoso informe de 75 páginas sobre la situación política venezolana. Allí sugirió la posibilidad suspender del organismo continental a ese país en caso de que no convoque en breve elecciones generales "libres, justas y transparentes".
Los 14 países que emitieron la declaración se manifestaron "profundamente preocupados" por la crisis política, económica y social en Venezuela, y aseguraron que evaluarán "con detenimiento" el informe de Almagro "con miras a acordar el curso de acción que corresponda". Sin embargo, consideraron que "la suspensión de un país miembro, como se desprende de la propia CDI, es el último recurso", y subrayaron que el diálogo y la negociación "son la vía idónea para llegar a soluciones duraderas a los problemas" de Venezuela.
Este martes, el Consejo Permanente se reunirá para discutir la situación de Venezuela y podría iniciar los pasos para activar el mecanismo.
¿Cómo se activa la CDI y qué consecuencias tendría?
1. El Consejo Permanente de la OEA tiene que declarar por mayoría simple de sus miembros (18 votos) que en Venezuela hay una alteración del orden constitucional y democrático.
2. Con el voto de dos tercios de los integrantes (24) se puede dar el siguiente paso: convocar a una sesión extraordinaria de la Asamblea General del Organismo.
3. Para activar formalmente la CDI es necesario que, una vez reunida la asamblea, dos tercios de los países decidan ejecutarla.
4. Con la activación de la CDI se suspende al país en crisis, que queda temporalmente excluido del organismo.
5. Si bien ejerce una fuerte presión diplomática para conseguir que la nación afectada se normalice, la CDI no incluye la posibilidad de una intervención directa a través de ninguna fuerza externa.
6. Una vez que la crisis empieza a superarse, cualquier país miembro de la OEA, o el secretario general, pueden convocar a una nueva votación en la Asamblea General para levantar la suspensión. También en ese caso se necesitan dos tercios de los votos.
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