Según el estudio de mercado "Global GPS Tracking Devices Market", alojado en el sitio de Data Bridge Market Research, sobre dispositivos de seguimiento GPS a nivel global, se espera que el mercado global de trackers (rastreadores) alcance los USD 2,72 mil millones de ingresos hacia 2023.
Los sistemas de localización GPS se usan por razones de seguridad, en el transporte, las patrullas, la administración de flotas y el rastreo de activos, entre otros. Debido a la demanda, en los últimos años, el mercado global de rastreadores GPS ha crecido fuertemente.
Los principales beneficios de estos trackers son la alta compatibilidad con los smartphones y la precisión en el rastreo y la navegación, indica el estudio.
"Los trackers son módulos a los que hay que sumarle un chip de teléfono, con excepción del auto, que no necesita chip porque lo que está tomando del satélite, lo traduce. Para enviar esa información, se coloca un módulo GSM (sistema global para las comunicaciones móviles). Entonces, la información que toma el GPS, la envía a través de telefonía a algún lugar", explica a Infobae Hugo García, quien fabrica equipos de rastreo desde 1992.
Continúa: "La banda GPRS (servicio general de paquetes vía radio) se usa para mandar datos. Por ejemplo, los GPS que se fabrican para los camiones van escondidos, tienen el tamaño de una cajita de fósforos. Esa información se envía por GPRS a una computadora y lo recibe otro teléfono celular que está conectado. La información que viene encriptada, el software receptor, con un algoritmo, lo decodifica y traduce el movimiento en el software de monitoreo".
Cómo funciona en los autos
García, desde su empresa Trackcell, vende los equipos de rastreo a compañías que ofrecen el servicio. Estas empresas le permiten al cliente saber, a través de una app, dónde está el auto.
"Si te roban el auto, ellos ven donde está y paran el motor. Abren audio (porque los equipos incluyen micrófono), esperando el mejor momento para hacerlo. O empieza a fallar el motor. Los 'chorros' ya saben entonces que el auto 'tiene el bicho'", señala García.
Entonces, los autos ya vienen con GPS (generalmente, dentro del tablero) y los rastreadores se adquieren a través de empresas de rastreo (que, generalmente, según García, trabajan con policías retirados).
"A veces roban el auto y lo meten adentro de un galpón o una casa. Ahora los ladrones usan un equipo que se llaman Jammer, un bloqueador que voltea el celular. Engaña a los celulares, emite una señal y los teléfonos que están a 30 metros a la redonda se ponen locos y no se conectan a la antena GSM. El GPS toma la señal pero como no la puede transmitir, no sabes qué está pasando", detalla.
A algunos autos con equipo de rastreo, se le suma un transmisor, porque así, el equipo inhibidor Jammer, no lo voltea. Y, si bien hay dispositivos de rastreo que se venden en internet, y se pueden instalar en el auto, no sirven demasiado, ya que solo permiten saber dónde está el auto.
"Para el tema de robos, se depende de una empresa de rastreo, no es fácil cuando te roban un auto ir a buscarlo. Los delincuentes roban un auto y luego 'lo dejan enfriar', lo dejan por ejemplo en la playa de un estacionamiento", dice García.
Continúa: "Después de unas horas vuelven, si el auto tenía rastreador, no estaría en el estacionamiento. Si sigue en el estacionamiento, se suben y se lo llevan".
Existen grandes compañías que ofrecen el servicio de rastreo, y suelen tener acuerdos con las automotrices. Lo Jack lidera el mercado. Otras empresas, más pequeñas, por otro lado, ofrecen equipos de rastreo a compañías de seguros.
Cómo funcionan los trackers domésticos
"Para poder transmitir a distancia necesitas sí o sí hacerlo a través de telefonía celular. Muchos trackers son Bluetooth solamente y el alcance es limitado. Hay equipos chiquitos que te permiten una búsqueda más grande, pero sí o sí la transmisión tiene que ser por GSM, a través de la banda de GPRS, que es una parte de la frecuencia que tiene el ancho de banda de GSM", explica García.
Entonces, el tracker Bluetooth sirve para usos limitados y domésticos. "Entonces, los trackers domésticos no sirven para nada, sirven para estar adentro de tu casa", asegura García.
Si una persona suele perder objetos dentro de su casa, el tracker Bluetooth podría servirle (y dependerá también de las dimensiones de su vivienda). Existen en el mercado varios modelos de este tipo, aunque lo más eficiente hoy, es adquirir un equipo que sea GPS y WiFi.
Para mascotas
Aparecen de forma frecuente startups (y muchas usan el financiamiento colectivo) con proyectos de localizadores de mascotas. Whistle es un destacado por tamaño (pequeño), diseño y funciones.
Se debe configurar en el hogar de la persona (para conectar por Wifi). Pero también es posible setear varios lugares seguros dependiendo de dónde pase la mayor parte del tiempo la mascota.
El gadget, en forma de silbato de su mascota, tiene un modo de ahorro de energía y Whistle notificará cada vez que el animal salga y regrese a su lugar.
Cuando la mascota está fuera del rango de WiFi, el dispositivo usa tecnología celular y GPS para permitirle al usuario rastrear en cualquier lugar (está pensado, inicialmente, para ser usado en Estados Unidos). Su precio es de USD 99.
Billeteras olvidadas
Chipolo ofrece diferentes modelos de trackers, pensados para el billetera , llaveros o mochilas. Interactúa con una app recuerda cuándo y dónde se tuvo el objeto por última vez. Se pueden comprar desde USD 35, que diferentes formas, de tarjeta de crédito o como una ficha redonda.
La marca también vende la Perry Ellis Tech Wallet, por USD 65, una billetera con tracker incluido. Tiene Bluetooth de largo alcance. El dispositivo brinda una melodía muy alta, para encontrar cosas perdidas.
Su alcance es de 60 metros, con una buena velocidad de conexión, también es Wifi. Lo malo es que el común de estos trackers no tiene batería removible.
Otro de los trackers similares, de buena calidad, para estos fines, es Tile con sus versiones Pro y Mate.
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