Las credenciales del nuevo Dodge Challenger SRT Demon hablan por si mismas. Cuenta con el motor V8 más poderoso jamás diseñado para un vehículo de producción con 840 caballos de fuerza. Registra el mayor nivel de fuerzas G a bordo de un automóvil de producción con 1.8 G. Una montaña rusa promedio suele ubicarse en torno a 1.0 G.
Es también el primer vehículo de producción del mundo en lograr despegar sus ruedas delanteras del suelo al mejor estilo "wheelie", algo que hasta el momento solo podía verse en los trazados de competición de las carreras de cuarto de milla.
Además es el auto de producción más rápido – sin contar híbridos o vehículos exóticos – con una aceleración de solo 2.3 segundos de 0 a 60 millas por hora (lo que equivale a 96,56 km/h) y el más veloz en recorrer 1/4 de milla en 9.65 segundos a una velocidad de 140 millas por hora o lo que equivale a 225 km/h.
Pero lo que más ha sorprendido a los medios especializados es el hecho de que su fabricante exige a los compradores del nuevo "muscle-car" norteamericano que firmen un contrato de deslinde de responsabilidades al momento de ordenar un Demon. De alguna manera, Dodge no quiere asumir los riesgos que estima tomarán al volante muchos de sus clientes.
El documento titulado "Reconocimiento del Comprador del Dodge Demon 2018" requiere que todo interesado en adquirir el nuevo modelo deba completar con sus iniciales quince cláusulas que advierten sobre los peligros de conducir en la vía pública lo que en definitiva es un vehículo nacido para lo que se conoce como "arrancones".
Entre los incisos más curiosos se encuentra uno que alerta sobre sus neumáticos, aprobados para circular en calles y rutas, pero que debido a su naturaleza enfocada en alcanzar la máxima aceleración en el menor tiempo tienen un desgaste mucho más rápido que un caucho regular, además de que no es aconsejable su uso en situaciones de lluvia o con temperaturas por debajo de los 15 grados Fahrenheit.
Por otro lado Dodge advierte que si se ha elegido de fábrica la opción de eliminar los asientos del pasajero y trasero para ahorrar peso "en caso de una colisión o accidente cualquiera que esté ubicado en dichos espacios resultará seriamente herido o muerto".
Tras ser develado al público por primera vez en el salón del automóvil de Nueva York del pasado mes de abril, fueron los representantes de la Asociación de Hot Rod Nacional de los EEUU los que advirtieron al público interesado en utilizar el vehículo en pistas de competición que este "era demasiado rápido" y que no debería ser conducido sin primero colocarle una jaula anti vuelco y un extintor de fuego, además de que sus pilotos deberían utilizar un casco profesional y traje anti llamas.
Los expertos agregaron que el Demon solo debería ser conducido con una licencia profesional de competición de la NHRA (por sus siglas en inglés).
Una columna de opinión publicada por el sitio especializado Automotive News alega que el vehículo debería ser directamente prohibido en la vía pública, al ser "intrínsecamente peligroso para la seguridad de otros conductores en las calles" motivo por el cual recomiendan que su homologación como vehículo de calle sea reconsiderada.
La publicación reconoce la existencia de otros vehículos disponibles a la venta con motorizaciones todavía más poderosas – como el Bugatti Chiron de 1479 HP y una velocidad máxima de 420 km/h – pero critican a Dodge por haber intencionalmente lanzado un automóvil creado para las carreras de dragsters, que catalogaron como "el resultado de una secuencia de decisiones corporativas erradas que colocan a sus intenciones de presumir como fabricante antes que la seguridad pública".
A pesar de que aseguran que Dodge "está poniendo intencionalmente a los conductores del Demon en riesgo" la producción limitada a solo 3.000 unidades para el mercado norteamericano y un precio confirmado USD 86.090 seguramente lo conviertan en un futuro clásico, que sus propietarios querrán mantener fuera de las calles en busca de poder venderlo en el futuro cercano a un precio superior a los USD 100.000 o probablemente mucho más.
La tremenda influencia que ha tenido la exitosa saga "Rápido y Furioso" sobre Millenials de todo el mundo seguramente haya sido en parte responsable de haber generado un nicho de mercado para un vehículo de tales características.
La velocidad siempre ayudó a vender autos, desde la época de Enzo Ferrari y Ferruccio Lamborghini, y seguramente el Demon ocupe las fantasías automovilísticas de miles de adolescente de la misma manera que lo hicieron décadas atrás modelos como el Countach y la Testarossa.
Los partidarios del Demon aseguran que de la misma manera que se han homologado para la vía pública vehículos de fabricantes boutique europeos como McLaren y Pagani – los cuales superan ampliamente en precio al Dodge – el relativamente popular y plebeyo modelo de sangre azul y roja debería gozar del mismo tratamiento, más allá de que muchos aseguren de que el muscle-car es un accidente esperando a suceder.
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