La esperada última versión del producto de tecnología de consumo más exitoso de la historia podría demorarse más de lo pensado debido a problemas en la cadena de abastecimiento.
Los reportes compartidos la semana pasada por analistas del Bank of America Merrill Lynch adelantaron un recorte en la cantidad de nuevos dispositivos a entregar por Apple, cifra ajustada a unas 11 millones de unidades en un período de 12 meses luego de su – aun por definir -lanzamiento mundial.
La respetada institución financiera alertó sobre los problemas relacionados con las nuevas tecnologías aplicadas en la edición número 8, específicamente a las nuevas funciones del lector de huellas y el sistema de reconocimiento facial 3D.
Por su parte la publicación Economic Daily News, una de las más respetadas dentro del mundo de los negocios en China – país donde se fabrica el iPhone desde su primera generación – advirtió que el comienzo de la producción en masa del nuevo modelo – el cual según distintos rumores podría llamarse 8 o X – podría demorarse hasta noviembre o diciembre de 2017 debido en parte a su costoso display OLED, que además resultaría difícil de fabricar en grandes cantidades y mantener a la vez los mismos estándares de calidad.
Por su parte Ming-Chi Kuo, un analista de la firma china KGI Securities, compartió a principios del mes pasado que espera que el nuevo smartphone sea lanzado en septiembre pero anticipa que los millones de compradores interesados en asegurarse una unidad tendrán que lidiar con "problemas de abastecimiento severos" durante la época festiva de fin de año.
Distintos medios chinos como Digitimes han compartido que las tasas de rendimiento para los fabricantes de los nuevos modelos como Foxconn y Pegratron – entre las que se encuentran actualmente las variantes 7 y 7 Plus – todavía no han alcanzado los niveles que garanticen una producción en masa.
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