Con más de 20 años en el haber, la saga Tekken es uno de los pilares de los juegos de combates junto con Street Fighter y Mortal Kombat. Con un estilo propio, en 2017 volvió a la nueva generación de consolas luego de 8 años.
El modo Historia, que se presenta mediante varios personajes, cuenta un nuevo capítulo de la conflictiva historia familiar del clan Mishima. En el medio de la búsqueda de venganza, nuevos personajes tienen su momento de brillo.
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Además de este modo, que dura poco más de 3 horas, se puede disfrutar el modo Arcade (media docena de peleas con diversos grados de dificultad) y un modo de Batalla del Tesoro (un sinfín de combates que van adquiriendo diferentes condiciones).
Tekken tiene un estilo de pelea que en apariencia es simple -un botón para atacar con el brazo izquierdo, con el brazo derecho, la pierna derecha y la pierna izquierda- , pero que se complejiza rápidamente cuando se le agrega la profundidad del escenario; los combos y poderes especiales.
Las novedades que inciden en el estilo de combate son las acciones de Rage Art, Rage Drive y Power Crushers. Todas permiten ejecutar un golpe muy fuerte cuando la energía de un luchador está por debajo del 25 por ciento; establecer una serie de combos o generar un contraataque.
Estas opciones le agregan una nueva capa de estrategia a la lucha. Tekken es un juego que, en cierto punto, recompensa la paciencia de saber cuándo atacar, moverse y contraatacar.
Por último, Tekken 7 trae la posibilidad de personalizar cualquiera de los 36 personajes. Se les puede colocar desde cascos, hasta armas de decoración o ropa de entregas anteriores.
Esta entrega del Puño de Hierro llega en un momento donde la popularidad de los juegos de pelea (Street Fighter V, Mortal Kombat X, Injustice 2) está en un nuevo pico.
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