Quién es la mujer detrás del enorme éxito de Instagram

Conocida como la “gurú de la eficiencia” dentro de la plataforma social propiedad de Facebook, Marne Levine se ha consagrado como una de las mujeres más influyentes de todo Silicon Valley

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Con una hoja de vida envidiable, que incluye un destacable rol en la Administración Obama, donde ejerció como consejera especial del presidente en lo que respecta a política económica  —y anteriormente en distintas posiciones de liderazgo dentro del Departamento del Tesoro durante la gestión de Bill Clinton—, Marne Levine cuenta con credenciales de sobra para poder trabajar en cualquier organización que desee.

Pero fiel a los tiempos que corren, donde las empresas vinculadas al mundo de la tecnología parecerían conquistar a las personas más talentosas y mejor formadas de distintas áreas, la egresada en Ciencias Políticas y Comunicaciones de la Universidad de Miami ejerce hoy un rol fundamental dentro de la red social Instagram como jefa de Operaciones de la comunidad compuesta por más de 600 millones de usuarios activos.

Tras su paso por Facebook como vicepresidente de Política Pública Global, Levine lleva adelante hoy la difícil misión de mejorar la eficiencia de una plataforma en constante crecimiento y encaminarla hacia un crecimiento sostenido frente a la amenaza de Snapchat y las eventuales nuevas redes sociales que lleguen al mercado con el objetivo de conquistar a la Generación Z, sucesora de los Millenials.

La app propiedad de Facebook que permite compartir fotos y videos dentro de una plataforma donde reinan los filtros y los contenidos cuidadosamente curados aumentó considerablemente su plantilla de empleados y ha rediseñado su producto para poder brindar funciones similares a las ofrecidas por la plataforma de mensajes Snapchat, sin lugar a dudas consolidada como la red social de mayor proyección del mercado.

Kevin Systrom, cofundador de Instagram y actual director ejecutivo de la red social, asegura que Levine es una verdadera "gurú de la eficiencia" y que gracias a sus decisiones se han evitado los errores más comunes dentro de empresas que crecen demasiado rápido. Ejemplos como el de startups del calibre de Uber son un símbolo de la necesidad de planificar el crecimiento sostenido en el tiempo de empresas jóvenes y precursoras en su nicho.

Systrom asegura que luego de vender en 2012 la empresa que creó junto a Mike Krieger por mil millones de dólares a Mark Zuckerberg, se dio cuenta de que necesitaría ayuda para pasar de lo que en ese momento era una estructura de solo 13 empleados al gigante en el que se ha convertido hoy. La presión por hacer de Instagram una empresa rentable obligó a buscar un candidato para guiar la expansión.

Fue con la incorporación de Levine en 2015 que Instagram comenzó a operar con un presupuesto formal por primera vez, lo que permitió que el management pudiese visualizar por primera vez en qué se estaba gastando el dinero, algo que hasta el momento no sucedía. La ejecutiva cumplió también un rol fundamental en la contratación de nuevo personal exclusivo para la plataforma en crecimiento, que hasta el momento compartía muchos de sus empleados con el gigante Facebook.

Otra de las grandes iniciativas de Levine fue potenciar el programa de asociaciones con influencers y figuras públicas, con el objetivo de asegurarse de que aquellos con cuentas en la red social que ejercen una gran influencia sobre los "usuarios comunes" siguieran operando de manera activa en su plataforma.

Al parecer los esfuerzos de Levine han sido exitosos, dado que la red social tuvo que ajustar recientemente sus pronósticos de ingresos de 200 millones de dólares a más de 1.000 millones de dólares en el lapso de doce meses que comenzó a partir de 2016.

Según Wall Street Journal, analistas de la institución bancaria norteamericana SunTrust estiman que Instagram generará alrededor de 3,5 mil millones de dólares en 2017.

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