Uber utilizó Greyball como herramienta secreta para engañar a los inspectores

Jefes del servicio de transporte sabían sobre la implementación de un mecanismo para evadir policías y funcionarios, que le permitió desde 2014 expandirse a ciudades y países donde el servicio se había declarado ilegal

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Se ha confirmado que Uber usó métodos para evadir a las autoridades de ciudades como Boston, París y Las Vegas; y a países como Australia, China, Italia y Corea del Sur
Se ha confirmado que Uber usó métodos para evadir a las autoridades de ciudades como Boston, París y Las Vegas; y a países como Australia, China, Italia y Corea del Sur

Durante años Uber ha participado en un programa mundial que engaña a las autoridades en los mercados en los que el servicio de asistencia de bajo costo estaba siendo perseguido por la policía y en algunas zonas donde había sido prohibido.

A través de la herramienta, llamada Greyball, utiliza datos recopilados de la aplicación Uber y otras técnicas que identifican y burlan a las autoridades. Este método de evasión fue utilizado en ciudades como Boston, París y Las Vegas, y en países como Australia, China, Italia y Corea del Sur.

Greyball era parte de un programa más amplio llamado VTOS (Violación de Términos de Servicio), creado por Uber para erradicar a las personas que utilizaban su servicio de manera inadecuada. El programa comenzó en 2014 y permanece en uso actualmente fuera de los Estados Unidos, pues la implementación del mismo fue aprobada por el equipo legal de Uber.

Cuatro empleados de Uber hablaron bajo la condición de anonimato de las herramientas y su uso confidencial, por temor a represalias por parte de la compañía (Getty Images)
Cuatro empleados de Uber hablaron bajo la condición de anonimato de las herramientas y su uso confidencial, por temor a represalias por parte de la compañía (Getty Images)

El uso de la herramienta Greyball fue captado en video a fines de 2014, cuando Erich England, un inspector de aplicación de código en Portland, Oregón, trató de acercarse a un coche Uber como parte de una operación contra la compañía.

En ese momento, Uber acababa de iniciar su servicio en Portland sin solicitar permiso de una ciudad que luego declaró el servicio ilegal. Oficiales como England ayudaron a construir un caso en contra de la compañía abriendo la aplicación para pedir un coche y viendo cómo se mostraban las tarifas potenciales, en varias opciones de coches digitales.

Para sorpresa de Erich England, su aplicación no mostraba vehículos reales, pues tras identificarlo como funcionario de la ciudad, Uber le sirvió una versión falsa de la aplicación llena de coches fantasma, para evadir la captura.

Usar la herramienta para identificar y eludir a las autoridades en lugares donde Uber estaba prohibido es una violación que quebranta las líneas éticas y legales
Usar la herramienta para identificar y eludir a las autoridades en lugares donde Uber estaba prohibido es una violación que quebranta las líneas éticas y legales

Uber ha ignorado las leyes y regulaciones para obtener una ventaja frente al resto de los proveedores de transporte, un modus operandi que lo ha expandido a más de 70 países y que lo valora en unos USD 70.000 millones.

En un comunicado, la compañía dijo que el "programa niega las solicitudes de viaje a los usuarios que están violando nuestros términos de servicio -ya sea gente que pretende dañar físicamente a los conductores, competidores que buscan interrumpir nuestras operaciones, o funcionarios" que pretendan atrapar a los conductores.

Vehículo automático de Uber
Vehículo automático de Uber

Entre la docena de técnicas usadas por Uber para reconocer a usuarios regulares de funcionarios está el mirar la información de la tarjeta de crédito y determinar si está vinculada a una institución policial; buscan además perfiles de redes sociales e información disponible en línea.

Los ingenieros de Uber utilizaron estos métodos para evadir la aplicación de la ley en países donde estaba prohibido el servicio, por lo que se creó una lista de tácticas que se distribuyó a los gerentes de más de una docena de países de los cinco continentes, por lo que se ha confirmado que algunos como Salle Yoo, el abogado general de la compañía y Ryan Graves, el vicepresidente senior de operaciones globales y miembro del consejo, estaban al tanto del programa.

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