¿Verdadero o falso?
- El dinosaurio Barney está inspirado en un asesino serial de la década de 1930 que iba a los parques disfrazado.
- Atender una llamada del número +96723345 permite que en Pakistán y Perú grupos de defraudadores clonen la tarjeta SIM de un teléfono.
- Bill Gates ofreció a los usuarios de Facebook USD 5.000 por compartir un enlace.
- Usain Bolt donó USD 10 millones y Shakira, USD 15 millones para ayudar a Haití luego del Huracán Matthew.
- Como consecuencia de la implementación del plan de salud accesible (Obamacare) la expectativa de vida bajó en los Estados Unidos.
- Entre los Amish no hay autismo porque no vacunan a sus hijos.
- Australia es el primer país que comenzará a implantar un microchip a sus ciudadanos.
- Según un video viralizado, en la película Monsters, Inc., de Disney, se muestra una escena de sexo dibujada.
- Ford Motors donó USD 100 millones al movimiento Black Lives Matter.
- Monsanto compró la cadena de alimentos orgánicos Whole Foods.
Acaso lo más novedoso de esa enumeración no sea que todos y cada uno de esos titulares son falsos, sino que en su momento fueron tomados como verdaderos y muchos de esos se viralizaron en redes sociales.
En el pasado, las leyendas urbanas circulaban de vecino a vecino, entre amigos, en las familias. El deseo de crearlas y creerlas sobrevivió a la revolución tecnológica y, si acaso, internet y en particular las redes sociales lo canalizan, lo multiplican y lo transforman. Hoy más que mitos hay rumores, informaciones falsas que a fuerza de repetirse ganan credibilidad.
Y también hay sitios que se dedican a echar abajo esas fantasías rentables o esas manipulaciones políticas. FactCheck.org pertenece a la Universidad de Pennsylvania; TruthorFiction.com es la creación de Rich Buhler, un locutor de radio especializado en leyendas urbanas; PolitiFact.com, del diario Tampa Bay Times, ganó un Premio Pulitzer, y el Washington Post creó Fact Checker como una guía para detectar noticias falsas.
El más antiguo de todos, el de mayor popularidad —reciben entre 100 y 300 e-mails por hora con pistas sobre rumores y engaños que circulan en la red— es Snopes.com, que hace más de 20 años inauguró David Mikkelson en su apartamento en California, con la colaboración de su ex mujer, y hoy es una organización en la que trabajan 20 personas en distintos puntos de los Estados Unidos y se dedican a echar abajo noticias como las que abrieron esta nota.
Infobae le preguntó a su directora editorial, Brooke Binkowski, cómo funcionan estos mitos: cómo se crean, cómo circulan hasta niveles de eco inverosímiles.
—Es bastante misterioso el modo en que se viralizan algunas cosas. A veces se puede predecir, pero otras simplemente no tiene sentido. Hace aproximadamente un año algunos emprendedores advirtieron que se puede ganar mucho dinero con la publicidad. Los sitios de noticias falsas publican títulos que son completamente escandalosos, y a medida que la gente los comparte, ganan más y más dinero. No tienen motivo para dejar de hacerlo: recogen decenas de miles de dólares por mes.
Ante la duda, se comparte
Binkowski opinó que las noticias falsas siempre han existido, pero el fenómeno se ha potenciado porque la dinámica de trabajo de los medios en la era digital crea una erosión paradójica de noticias reales: "Las personas hoy reciben más repeticiones y opiniones que noticias originales. Así las noticias falsas comenzaron a crecer: alguien las lee, supone que debe ser lo que sucede y las disemina. 'Por si llega a ser cierto, lo comparto', piensan al comienzo; pero a medida que pasa el tiempo las personas no recuerdan qué es verdad y qué no.
—Empiezan con gente que inventa cosas. Pero cuando las falsedades se reproducen, ¿también participan los periodistas?
—Sí. Porque ven algo en internet, ven que mucha gente habla de eso en las redes sociales, y entonces terminan por comunicarlo. En la cadena los rumores ganan un barniz de respetabilidad, porque aparecen en medios importantes. No critico a los periodistas: yo soy una. Pero en veinte años de trabajo vi que no tienen recursos para investigar y muchas veces tienen que publlicar cinco notas por día, caso en el que simplemente ni siquiera tienen tiempo de verificar nada. En algún momento olvidamos que aquello de lo que hablan las personas no es necesariamente una noticia.
La industria de la información, dijo, necesita ahogar las noticias falsas "con más noticias verdaderas, con más periodismo de investigación". Para eso es necesario, "en primer lugar hace falta un mayor interés financiero en hacer periodismo".
—El fenómeno importó mucho estas elecciones en los Estados Unidos: más de 100 sitios desde Macedonia difundieron noticias falsas que favorecían a Donald Trump. ¿Snopes.com tuvo más trabajo que de costumbre?
—Dios mío, vaya que sí. No estuve en Snopes durante la cobertura de las elecciones de 2008 o 2012, pero según las personas que ya trabajaban en el sitio las noticias falsas comenzaron a aparecer en 2008 y la situación empeoró en 2012. Pero nunca se había visto algo como lo de 2016. Antes la desinformación solía provenir de la derecha, pero esta vez provino de todas partes: la derecha, la izquierda, el centro, la gente loca. Fue algo realmente abrumador tener que atravesar esa maraña de noticias falsas y distinguir qué era real y qué no.
Correos con pistas, correos con amenazas de muerte
Cuando Snopes.com comenzó, las vías de diseminación de los rumores eran más limitadas: correo electrónico, sitios, foros. Ahora el universo de las redes sociales hace que busquen también temas: su página en Facebook es un diálogo constante. No obstante, la fuente principal de pistas siguen siendo las personas que les escriben.
"La gente nos envía e-mails y comenzamos a indagar", describió Binkowski. "Pero a veces también tomamos la iniciativa de publicar algo que vimos e investigamos porque pensamos que luego puede ser un rumor y queremos evitarlo. Tratamos de investigarlo tan profundamente como se pueda para salir antes de que circule como falsedad. Pero en general la gente nos escribe para preguntarnos, o porque les preocupa algo".
Snopes.com recibe entre 100 y 300 e-mails por hora, y tiene a una persona que se dedica en exclusiva a leerlos y organizarlos según las cuestiones que plantean.
¿Suena a poco una persona sola? En realidad, normalmente le toca revisar la mitad de ese volumen: la otra mitad son amenazas de muerte que se descartan.
—¿Por qué reciben amenzas?
—No sé por qué las personas se enojan tanto, al punto de que algunas amenazas son realmente creativas. No tengo idea… A algunas personas no les gusta la verdad, supongo.
Una vez desbrozado el correo, eligen los temas a desmitificar según su popularidad. "Si una cantidad suficiente de personas pregunta por lo mismo, sabemos que existe una necesidad, y tratamos de llegar al fondo", explicó la directora editorial.
El método se ajusta a la clase de noticia, pero "en general son métodos de verificación periodística básicos: llamar a alguien, ir a lugares, buscar en registros públicos, leer trabajos académicos… En fin, hacer periodismo", dijo. "A veces es fácil, pero otras veces puede llevar más de dos días verificar algo".
Del mismo modo que los sitios que inventan noticias, el que las desmitifica obtiene sus ingresos "completamente de la publicidad". Ese dinero permitió que el equipo creciera a 20 personas en distintos puntos del país —San Diego, Los Angeles, Nueva York, Chicago—, que operan sin jefes, como un equipo.
—¿Los generadores de rumores se meten con ustedes?
—Sí, todo el tiempo. Dicen que les robamos su trabajo y que nos van a hacer juicio por diseminar información engañosa sobre ellos, pero sus abogados nunca llaman.
Del perro en el microondas a Hillary Clinton
Cuando Mikkelson lanzó su proyecto, hace un par de décadas, se interesaba en el origen y la diseminación de las leyendas urbanas, los mitos como la señora que mató a poodle al secarlo en el microondas. "Con el desarrollo de internet y las redes sociales, cada vez hubo más rumores presentados como hechos, noticias falsas ofrecidas como verdaderas, y menos leyendas", observó Binkowski. "Y este año llegamos a la cima".
Con el desarrollo de internet y las redes sociales, cada vez hubo más rumores presentados como hechos, noticias falsas ofrecidas como verdaderas, y menos leyendas
—Sabían que iba a ser un año difícil.
—También divertido. Pero lo más llamativo es que el fenómeno creció y se diseminó por los canales principales en un par de meses. Y la gente nos usó como verificadores. Requirió mucha atención, mucho escrutinio, muchas menciones.
—¿Qué hacen para cuidar la independencia política?
—No aceptamos publicidad política. Todos tenemos nuestras opiniones, pero el foco de lo que hacemos es solamente distinguir lo que es real de lo que no lo es. A veces hay situaciones complicadas, donde el lugar de la verdad no es evidente, pero somos periodistas formados y sabemos mantener nuestra visión política a un costado. Y además también tenemos una gran variedad de gente de un espectro político muy variado que verifica datos. Uno de nosotros escribe algo y otro lo verifica y luego David lo revisa; si tenemos dudas pedimos que alguien se fije en algo en particular. Nuestro estilo de escritura es muy sencillo, de modo que no tiene que ser políticamente inclinado a nada.
—¿Cuál fue el tema más popular que trataron esta campaña electoral?
—Uno sobre Hillary Clinton: que se había ofrecido a defender al violador de una menor y se había reído de la víctima.
"Afirmación: Hillary Clinton defendió con éxito a un acusado de violar a una menor y luego se rió sobre el caso.
Qué hay de cierto: en 1975, la joven abogada Hillary Rodham fue designada de oficio para representar a un acusado de violar a una niña de 12 años. A regañadientes, Clinton tomó el caso, que terminó con una declaración de culpabilidad negociada y años más tarde, cuando discutió algunos aspectos del caso, hizo un sonido ahogado.
Qué hay de falso: Hillary Clinton no se ofreció a ser la abogada del acusado, no se rió sobre el resultado del caso, no afirmó que la querellante 'inventó el relato de la violación', no afirmó que sabía que el acusado era culpable y no 'liberó' al acusado".
El rumor, recordó la editora, "fue muy popular: parecía que la gente realmente quería creer que Hillary Clinton se había reído de una niña violada".
—¿Hubo otros sobre ella?
—Muchos sobre la Fundación Clinton.
Mentiras indestructibles
Del mismo modo que el scam sobre el príncipe nigeriano se niega a morir, algunos rumores son destronados una y otra vez, y al tiempo vuelven a circular por Internet. Uno en particular exaspera a Binkowski: "Es el más popular, el absolutamente más popular: Facebook va a comenzar a cobrar. Regresa y regresa, la gente pregunta todo el tiempo. Me vuelve loca".
"La tarifa de suscripción de Facebook" tituló Snopes.com lo que describió como "un engaño inmemorial" que asegura que "Facebook planea instituir un pago mensual para los usuarios".
"Afirmación: Facebook planea cobrar en el futuro cercano tarifas de suscripción a los usuarios de la red social
Falso.
Ejemplo [sacado de un e-mail de septiembre de 2011]: "¡Ahora es oficial! Se ha publicado en los medios. Facebook acaba de presentar su precio de ingreso: £5,99 (USD 9,10) para mantener la suscripción del status de alguien como 'privado'. A aquellos que peguen este mensaje en sus páginas se les ofrecerá gratis (dije pegar, no comparir) y de lo contrario mañana todas sus publicaciones serán públicas. Incluisve los mensajes que se han borrado o las fotos que no fueron permitidas. Después de todo, no cuesta nada un simple copiar y pegar".
Un engaño que resurge: Facebook planea cobrar en el futuro cercano tarifas de suscripción a los usuarios de la red social
—¿Cuál es el rumor más absurdo que desacreditaron?
—Mi favorito es este —ilustró la editora—: un periodista de AP dijo que él había echado abajo el mito de que es necesario usar hilo dental, dijo que los estudios odontológicos demostraban que usar hilo dental no marcaba diferencias. Pero en realidad no entendió el aspecto científico del asunto. Así que tuve que desmitificar su desmitificación. ¡Lo re-mitifiqué!
—¿Alguna vez Snopes.com echó a rodar un rumor?
—Sí, hay varios enterrados en el sitio. Pero se hicieron hace unos quince años… David los escribía y los subía al Almacén de las Leyendas Perdidas [TROLL por sus siglas en inglés], donde quedaron en parte como un chiste interno pero también como un recordatorio para todos: no hay que creer todo lo que uno lee, no importa quién lo escriba. De vez en cuando cuando busco algo me topo con uno: olvidé que era un engaño, resulta interesante… y entonces me acuerdo que es uno de esos.
El más conocido de Snopes.com afirmó que Mr. Ed, el caballo de la vieja serie de televisión, era en realidad una cebra, y que la tecnología televisiva del blanco y negro no permitía que se notara.
"Afirmación: Mister ed, el equino parlante de fama televisiva, era un caballo.
Falso".
Luego de un desarrollo bastante razonable de la noticia, un enlace permite buscar más información, y se llega a este mensaje: "Si usted está leyendo esta página, es probable que haya llegado porque algo sobre una o todas las entradas de la sección TROLL de este sitio le ha parecido un poco sospechosa, si no completamente errada. Si una o todas las notas de esta sección hizo sonar su teléfono interior de pistas, esperamos que no haya dejado que atendiera el correo de voz. Esa vocecita insignificante del sentido común, que le murmuraba desde atrás, tenía razón: había algo erróneo en lo que leía. Usted ha tenido un episodio del Síndrome de Autoridad Falsa".
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