Samsung anunció este martes el cese total de la producción de su teléfono Galaxy Note 7, alegando cuestiones de seguridad tras los casos de explosión de la batería de estos aparatos.
"Hemos reajustado recientemente los volúmenes de la producción para llevar a cabo una exhaustiva investigación y un control de calidad, pero al considerar prioritaria la seguridad del consumidor, hemos tomado la decisión final de parar la producción del Galaxy Note 7", indica la compañía surcoreana en un comunicado.
"Aquellos consumidores que tengan o bien un Galaxy Note 7 original o bien un dispositivo de reemplazo deberían apagarlos y dejar de utilizar los terminales", explica el texto publicado por el gigante tecnológico.
El anuncio causó que el mayor fabricante mundial de smartphones se hundiera en la Bolsa de Seúl, donde su acciones cayeron más de 7 por ciento (su mayor desplome en ocho años) ante los temores a que este episodio dañe severamente su salud financiera.
La debacle de Samsung también arrastró al índice de la bolsa surcoreana, el KOSPI, que cayó 1,2%, en un contexto de suba en las bolsas del mundo por el aumento en el precio del barril de petróleo.
Previamente, Samsung ya había anunciado que detuvo las ventas del modelo a nivel mundial. "Dado que la seguridad de los consumidores sigue siendo nuestra principal prioridad, Samsung va a pedir a todos los operadores y minoristas asociados que cancelen a nivel global las ventas y los recambios del Galaxy Note 7 mientras esté teniendo lugar la investigación sobre el asunto", dijo la compañía en un comunicado.